El Departamento del Tesoro de EE.UU. ha anunciado nuevas sanciones contra 38 individuos y entidades rusas: siete hombres de negocios, 14 empresas y 17 funcionarios del Gobierno de Rusia.
Las personas sancionadas no van a poder firmar acuerdos con estadounidenses y todos sus activos en EE.UU. serán congelados.
Entre las personas sancionadas se encuentran el jefe del Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara Alta del Parlamento ruso, Konstantín Kosachov, el ministro del Interior del país, Vladímir Kolokóltsev, el exsecretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, el comandante de la Guardia Nacional rusa ('Rosgvardia'), Víktor Zólotov, el senador ruso Suleimán Kerímov y el expresidente del Gobierno de Rusia, Mijaíl Fradkov.
Otros hombres de negocios que sufrirán las consecuencias de esta decisión serán el director general de la compañía Surgutneftegas, Vladímir Bogdánov, y el presidente de Gazprom, Alexéi Miller.
En la 'lista negra' también están incluidas las compañías rusas Rusal, Russian Machines, Basic Element, Renova y elconsorcio ruso Rosoboronexport.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, ha acusado a Rusia de "una serie de actividades maliciosas en el mundo", en las que ha incluido desde lo que denomina "ocupación" de Crimea hasta "el suministro de material y armamento al régimen de Assad". Entre otros presuntos delitos de Rusia, ese alto cargo estadounidense ha mencionado los "intentos de subvertir las democracias occidentales y las actividades cibernéticas maliciosas".
"Un paso infundado y sin sentido"
"Es otro paso infundado, inamistoso y sin sentido", ha comentado Kosachov, quien estima que Washington intenta "justificar la ausencia de una estrategia real y explicar el supuesto carácter legítimo de sus sanciones con relación a Rusia".
A su vez, el viceportavoz de la Duma Estatal, Piotr Tolstói, ha calificado estas sanciones como "un paso a ninguna parte", debido a que considera que "este método de influir a Rusia nunca dará resultados y solo empeorará las ya difíciles relaciones".
Al mismo tiempo, la corporación estatal rusa de armas Rostej ha calificado la inclusión en la lista de Rosoboronexport como "un pretexto para expulsar a Rusia del mercado mundial de armamento".