Un minibús ha arrollado este sábado a una multitud de personas en una céntrica calle de la ciudad alemana de Münster, en el oeste del país. Según el ministro del Interior de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, 3 personas murieron, incluido el presunto autor del atropello, que se suicidó disparándose, según la Policía.
Anteriormente, las autoridades habían reportado al menos 30 heridos. Según datos actualizados, 20 personas resultaron heridas, 6 de ellas de gravedad, informan los medios locales.
Las autoridades alemanas no han encontrado evidencia de un motivo islamista detrás del atropello mortal, según anunció el ministro del Interior.
El atropello ha ocurrido en la zona de la estatua de Kiepenkerl, en el casco antiguo de la ciudad.
El vehículo embistió a un grupo de personas sentadas en las mesas frente a un popular restaurante tradicional. Las imágenes que circulan en las redes sociales muestran mesas y sillas rotas esparcidas fuera del establecimiento.
El Ministerio Interior de Alemania ha confirmado que el autor del atropello era ciudadano alemán.
Los medios de comunicación informaron que el atacante, de unos 40 años, tenía antecedentes de problemas de salud mental. Fue descrito como "psicológicamente perturbado" y, de acuerdo con la emisora pública ZDF, había intentado suicidarse recientemente.
Gran cantidad de coches de Policía, de bomberos y ambulancias se han concentrado en el centro de la ciudad. Se informa que el centro de la ciudad ha sido cerrado tras el incidente y que la Policía está buscando explosivos.
Hace un año, el 7 de abril de 2017, un terrorista al volante de un camión secuestrado arrolló a una multitud en el centro de Estocolmo, la capital de Suecia. Cinco personas murieron y otras 14 resultaron gravemente heridas en aquel ataque.
El analista en materia de seguridad Fernando Cocho ha destacado en un comentario para RT la importancia de reforzar la labor de los servicios de inteligencia, que deben centrarse no solo en los residentes extranjeros, sino también en los nacionales.