Un grupo internacional de arqueólogos anunció el descubrimiento de un hueso de dedo humano fosilizado de unos 85.000 años de antigüedad en un desierto de Arabia Saudita. La pieza no solo podría convertirse en la más antigua de nuestra especie encontrada fuera de África, sino que respalda la idea de que los primeros humanos modernos se propagaron a Eurasia antes y con más frecuencia de lo que se creía hasta ahora.
El hueso, de 3,2 centímetros de largo, fue obtenido en 2016 durante la excavación arqueológica de Al Wusta, en el desierto de Al Nefud, al norte de la península arábiga. El hallazgo estuvo a cargo del paleontólogo Iyad Zalmout, señala la investigación publicada este lunes en la revista Nature Ecology & Evolution.
Aunque resulta difícil identificar una especie por solo un dedo, la muestra fue sometida a una tomografía computarizada y comparada con otros fósiles óseos de primates y humanos arcaicos. Finalmente, investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) concluyeron que se trataba de la falange intermedia del dedo medio de un Homo sapiens.
"Un sueño hecho realidad"
Posteriormente, un análisis con uranio reveló la edad del fragmento óseo, fechado en cerca de 85.000 años, pudiendo ser la evidencia fósil más sólida hasta el momento de que los humanos abandonaron África mucho antes de lo que señalan varias teorías. Muchas de ellas explican cuándo y por qué rutas nuestros primeros antepasados emigraron desde África después de que evolucionaran allí hace 300.000 años, recoge Science Magazine.
"Este descubrimiento es para mí como un sueño hecho realidad y es compatible con los argumentos de lo que nuestro equipo ha estado haciendo durante más de 10 años", asegura Michael Petraglia, coautor del estudio y arqueólogo del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (Alemania).
Durante décadas, las evidencias fósiles favorecieron la hipótesis de que los humanos anatómicamente modernos se quedaron en el continente africano durante cientos de miles de años hasta que una ola de migrantes llegó a Eurasia y luego a todo el mundo entre 50.000 y 60.000 años atrás.
"Este hallazgo, junto con otros en los últimos años, sugiere que los humanos modernos, los Homo sapiens, se movieron de África varias veces en distintas ocasiones en las que tuvieron oportunidad, durante los últimos 100.000 años más o menos", concluye Petraglia.