El secretario de Defensa de EE.UU., Jim Mattis, dijo que los ataques contra Siria contra distintos objetivos fueron "más duros" que los de 2017, pero que fueron un "solo disparo" para enviar un "mensaje fuerte al presidente de ese país, Bashar al Assad.
En su rueda de prensa, Mattis aseveró que el ataque contra Siria es para "defender los intereses de EE.UU" y que pudiera haber más si Assad "decidiera usar más armas químicas en el futuro", aunque por ahora no tienen otros planificados.
El jefe del Pentágono aseveró que el Gobierno de Assad realizó un ataque químico contra Siria, sin embargo, al ser consultado por los periodistas sobre el tipo de agentes utilizados, no pudo precisar.
De igual manera, informó que en esta oportunidad, desde aviones tripulados, se lanzó el doble de misiles, que en abril de 2017 para "destruir la capacidad de investigación, desarrollo y producción de armas químicas del régimen sirio".
"Fuimos muy precisos y proporcionados, pero al mismo tiempo fue un golpe fuerte", expresó.
El jefe del Pentágono hizo referencia a la actuación de Francia y Reino Unido, países a los que catalogó como parte de un "equipo bien definido", que actúan juntos en los "malos y buenos momentos".
La mañana de este sábado el Pentágono hará una nueva rueda de prensa para actualizar la información.
Un ataque sin pruebas
La semana pasada, Occidente acusó al Gobierno de Bashar al Assad de haber perpetrado el 7 de abril un ataque químico en la ciudad de Duma (Guta Oriental), tras aparecer reportes no confirmados sobre esa supuesta acción.
El Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) anunció que emprendería una investigación independiente el 14 de abril, pero el bombardeo a Siria por parte de EE.UU., Francia y Reino Unido fue realizado antes de que la misión llegara al terreno. El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó el ataque sin autorización del Congreso de su país ni la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
Hasta ahora no ha sido presentada ninguna prueba que confirme el supuesto ataque químico. El embajador ruso en Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, destacó ante el Consejo de Seguridad de ese organismo internacional que en los hospitales de Duma no hay pacientes con síntomas de intoxicación ni hay pruebas de suelo que delaten el uso de sarín o cloro.
Además, los servicios rusos de seguridad química y radiológica viajaron al supuesto lugar del incidente, pero "no se encontraron personas tratadas por intoxicación química", informó la embajada de Moscú en Londres a través de un comunicado.
El 13 de abril, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que su gobierno tiene "datos irrefutables" de que el presunto ataque químico es "una nueva puesta en escena y en ella participaron los servicios secretos de uno de los Estados que se desvive por estar en la vanguardia de la campaña rusófoba".