EE.UU., Reino Unido y Francia han lanzado más de 100misiles aire-tierra contra objetivos en Siria durante el ataque de este sábado, cita la agencia Tass al Ministerio de Defensa ruso.
El mando militar ruso precisó que el sistema de defensa aérea siria resistió exitosamente el ataque y la mayoría de los misiles fueron interceptados al acercarse a los objetivos.
Para repeler los ataques, las fuerzas de defensa sirias han recurrido a los sistemas antimisiles C-125, Buk y Kvadrat, producidos en la Unión Soviética hace 30 años, según el informe.
Por el momento, las autoridades sirias están evaluando los daños materiales tras el ataque. Hasta el momento se ha informado de al menos tres heridos durante los bombardeos.
Un ataque sin pruebas
La semana pasada, Occidente acusó al gobierno del presidente sirio Bashar Al Assad de haber perpetrado el 7 de abril un ataque químico en la ciudad de Duma (Guta Oriental), tras aparecer reportes no confirmados sobre esa supuesta acción.
El Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ, por sus siglas en inglés) anunció que emprendería una investigación independiente el 14 de abril, pero el bombardeo a Siria por parte de EE.UU., Francia y el Reino Unido fue realizado antes de que la misión llegara al terreno. El presidente Donald Trump ordenó el ataque sin autorización del Congreso de su país ni la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
Hasta ahora no ha sido presentada ninguna prueba que confirme el supuesto ataque químico. El embajador ruso en Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, destacó ante el Consejo de Seguridad de ese organismo internacional que en los hospitales de Duma no hay pacientes con síntomas de intoxicación ni hay pruebas de suelo que delaten el uso de sarín o cloro.
Además, los servicios rusos de seguridad química y radiológica viajaron al supuesto lugar del incidente, pero "no se encontraron personas tratadas por intoxicación química", informó la embajada de Moscú en Londres a través de un comunicado.
El 13 de abril, el ministro de Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, afirmó que su gobierno tiene "datos irrefutables" de que el presunto ataque químico es "una nueva puesta en escena y en ella participaron los servicios secretos de uno de los Estados que se desvive por estar en la vanguardia de la campaña rusófoba".