El Ministerio de Exteriores de Siria ha denunciado que el ataque conjunto perpetrado por EE.UU., el Reino Unido y Francia contra el país árabe se ha llevado a cabo con el objetivo de impedir el trabajo de los expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que este sábado tenían que llegar a Damasco para realizar su propia investigación sobre el supuesto ataque químico en Duma, informa la agencia Tass.
Además, ha exigido a la comunidad internacional que condene esta agresión. También ha indicado que la causa del bombardeo contra el país árabe se ha llevado a cabo por el "fracaso de la conspiración armada contra Siria", y por los "éxitos del Ejército sirio en la lucha contra los grupos terroristas".
Este viernes el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció su decisión de atacar territorio sirio en el marco de una operación conjunta con Francia y el Reino Unido. Asimismo, ha asegurado que la respuesta militar de Washington a Damasco será "de larga duración", si las autoridades del país "no dejan de usar armas químicas".
De este modo, el presunto ataque químico que habría tenido lugar el 7 de abril en Duma, del cual Occidente acusa, sin tener ninguna prueba, a Al Assad, se ha convertido en el pretexto para atacar al Estado sirio.
Estaba previsto que los técnicos de la OPAQ llegaran este sábado a Damasco para llevar a cabo su propia investigación sobre ese supuesto ataque químico en Duma.
Un ataque sin pruebas
La semana pasada, Occidente acusó al gobierno del presidente sirio Bashar Al Assad de haber perpetrado el 7 de abril un ataque químico en la ciudad de Duma (Guta Oriental), tras aparecer reportes no confirmados sobre esa supuesta acción.
El Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ, por sus siglas en inglés) anunció que emprendería una investigación independiente el 14 de abril, pero el bombardeo a Siria por parte de EE.UU., Francia y el Reino Unido fue realizado antes de que la misión llegara al terreno. El presidente Donald Trump ordenó el ataque sin autorización del Congreso de su país ni la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
Hasta ahora no ha sido presentada ninguna prueba que confirme el supuesto ataque químico. El embajador ruso en Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, destacó ante el Consejo de Seguridad de ese organismo internacional que en los hospitales de Duma no hay pacientes con síntomas de intoxicación ni hay pruebas de suelo que delaten el uso de sarín o cloro.
Además, los servicios rusos de seguridad química y radiológica viajaron al supuesto lugar del incidente, pero "no se encontraron personas tratadas por intoxicación química", informó la embajada de Moscú en Londres a través de un comunicado.
El 13 de abril, el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, afirmó que su gobierno tiene "datos irrefutables" de que el presunto ataque químico es "una nueva puesta en escena y en ella participaron los servicios secretos de uno de los Estados que se desvive por estar en la vanguardia de la campaña rusófoba".