La madrugada del 14 de abril, EE.UU., Reino Unido y Francia atacaron Siria con el argumento de que el Gobierno de Bashar al Assad empleó armas químicas durante una ofensiva que tuvo lugar en Duma (Guta Oriental) el pasado 7 de abril, aunque hasta el momento no han ofrecido ninguna prueba al respecto.
Según el Ministerio de Defensa ruso, la coalición lanzó 103 misiles aire-tierra contra objetivos en las ciudades de Damasco, Homs y Hama, 71 de los cuales fueron interceptados por los sistemas de defensa antimisiles de Siria.
Para realizar su ataque las fuerzas de los tres países usaron aviones de combate, buques y misiles más avanzados, informa el canal Local10 de ABC News.
Reino Unido
Así, de acuerdo con el Ministerio de Defensa del Reino Unido, la Real Fuerza Aérea (RAF) envió a territorio sirio 4 cazas Tornado GR4, capaces de llevar más de ocho toneladas de armas cada uno.
Los aviones, cargados con misiles de crucero Storm Shadow, de fabricación anglofrancesa, despegaron de la base aérea británica de Akrotiri, en Chipre. Los Strom Shadow, de 1.300 kilogramos de peso, 48 centímetros de longitud y un alcance de unos 241 kilómetros, por su parte, han sido descritos por la RAF como "el arma posiblemente más avanzada de su tipo en el mundo".
Dado el rango del alcance de los misiles de crucero, ninguno de los bombardeos necesitó entrar en el espacio aéreo sirio para alcanzar su objetivo.
Además, un destructor británico tipo 45, posiblemente el HMS Duncan, y un submarino no identificado, se encontraban en el Mediterráneo durante los ataques, aunque no está claro exactamente cuál fue su papel en la ofensiva, según el diario Daily Mail.
Francia
Francia, por su parte, utilizó sus aviones de combate Mirage y Rafale junto con cuatro fragatas, lanzando un total de 12 misiles de crucero.
El caza multipropósito Rafale se utiliza para el reconocimiento, apoyo en tierra, así como ataques aéreos. Durante el ataque contra Siria llevaba misiles de crucero Strom Shadow, al igual que los aviones británicos.
Ambos tipos de aviones, que despegaron la noche del viernes desde bases aéreas en Francia, tampoco tuvieron que penetrar en el espacio aéreo sirio para alcanzar sus objetivos.
Estados Unidos
EE.UU. desplegó para el ataque sus bombarderos B-1 Lancer, cargados con misiles de crucero JASSM con ojivas de 450 kilogramos de un alcance de más de 370 kilómetros.
Los B-1 tampoco habrían necesitado cruzar en espacio aéreo sirio para realizar el ataque. Se cree que despegaron desde la base aérea estadounidense de Al Udeid, en Catar, donde fueron vistos llegar a principios de este mes, aunque esto no ha sido confirmado por Washington.
El Pentágono ha reportado que tres buques de guerra clase Arleigh Burke y Ticonderoga y un submarino también lanzaron decenas de misiles de crucero Tomahawk con un rango de alcance de hasta 2.500 kilómetros contra los objetivos en Siria.
Así, desde el mar Rojo, el crucero USS Monterey lanzó 30 Tomahawk y el destructor USS Laboon siete más.
Mientras tanto, el destructor USS Higgins envió 23 Tomahawk desde el norte del golfo Pérsico.
El submarino de ataque USS John Warner, por su parte, disparó seis Tomahawk desde el mar Mediterráneo.
Un ataque sin pruebas
La semana pasada, Occidente acusó al Gobierno sirio de haber perpetrado el 7 de abril un ataque químico en la ciudad de Duma (Guta Oriental), tras aparecer reportes no confirmados sobre esa supuesta acción. El Consejo Ejecutivo de la OPAQ anunció que emprendería una investigación independiente el 14 de abril, pero el bombardeo a Siria por parte de EE.UU., Francia y el Reino Unido fue realizado antes de que la misión llegara al terreno. El presidente Donald Trump ordenó el ataque sin autorización del Congreso de su país ni la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
Hasta ahora no ha sido presentada ninguna prueba que confirme el supuesto ataque químico. El embajador ruso en Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, destacó ante el Consejo de Seguridad de ese organismo internacional que en los hospitales de Duma no hay pacientes con síntomas de intoxicación ni hay pruebas de suelo que delaten el uso de sarín o cloro. Además, los servicios rusos de seguridad química y radiológica viajaron al supuesto lugar del incidente, pero "no se encontraron personas tratadas por intoxicación química", informó la embajada de Moscú en Londres a través de un comunicado.