Los sedimentos hallados en la Tierra pueden ser la clave para determinar si existió una civilización anterior a la existencia del ser humano. Incluso, lo es el calentamiento global conocido como el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, que tuvo lugar hace 56 millones de años.
Adam Frank, profesor de la Universidad de Rochester, ha explicado ante la búsqueda de evidencias que "si la actividad industrial de una especie anterior es de corta duración" no se podría observar con facilidad. Para graficarlo, ha señalado que nosotros dejaremos muestras como plásticos en los océanos, fertilizantes en el suelo y restos de la utilización de combustibles fósiles.
Por lo tanto, las civilizaciones que colapsan podrían desencadenar las condiciones para crear combustibles fósiles que emplearían civilizaciones futuras, según ha sostenido en The Atlantic.
"Si los utilizan, el cambio climático que provocan puede llevar a una gran disminución de los niveles de oxígeno en el océano" o anoxia, ha agregado este especialista.
"Nuestro trabajo también abrió la posibilidad especulativa de que algunos planetas podrían tener ciclos impulsados por combustibles fósiles" que marquen el inicio y el colapso de una civilización, ha mantenido este académico.
Ese fenómeno ayuda a desencadenar las condiciones necesarias para la producción de combustible fósil, como carbón y petróleo. "Así, una civilización y su desaparición podrían sembrar la semilla para nuevas generaciones", ha concluido Adam Frank.