Robert Fisk, corresponsal del diario británico The Independent y especialista en Oriente Medio, ha hablado con residentes locales y un médico de la clínica de Duma (Guta Oriental, Siria) que protagonizó la cobertura mediática sobre el supuesto ataque químico que habría tenido lugar en en esa ciudad el pasado 7 de abril.
Imágenes en las que aparecían pacientes de ese centro sanitario contribuyeron a convencer a Estados Unidos, Francia y Reino Unido de la necesidad de bombardear Siria la madrugada del 14 de abril para responder a lo que consideraron violencia extrema del Gobierno de Bashar al Assad hacia sus ciudadanos.
El doctor Assim Rahaibani ha confirmado la veracidad del video que, supuestamente, puso en evidencia las consecuencias de un ataque químico con gas, pero ha subrayado que los pacientes sufrían otros síntomas tras permanecer en túneles y sótanos llenos de basura, donde se refugiaron cuando los bombardeos y fuertes vientos generaron una tormenta de polvo.
Durante su conversación con el periodista británico, Rahaibani afirmó que no fue testigo directo de los hechos y mencionó dos veces la presencia en Duma de yihadistas del grupo Jaish al Islam, a quienes se refirió como "terroristas".
"La gente sufrió hipoxia"
Fisk no logró hablar con los médicos que trabajaron aquella noche del 7 de abril, ya que todos fueron a Damasco para testificar en el marco de la investigación sobre el suceso, cuyas conclusiones se conocerán en las próximas semanas.
Rahaibani y su familia se encontraban en el sótano de su casa, a unos 300 metros de la clínica. Las nubes de polvo tras los bombardeos, de los que responsabiliza a las fuerzas gubernamentales sirias, provocaron que los habitantes de Duma presentaran síntomas de hipoxia o falta de oxígeno.
"Luego, alguien que estaba en la puerta, un casco blanco, gritó '¡Gas!' y comenzó el pánico", con lo cual "sí, el video fue grabado aquí, es auténtico, pero se ve gente sufriendo hipoxia, no un envenenamiento con gas", aseguró Assim Rahaibani.
Más preocupados por los islamistas
Tras dialogar con más de 20 personas, Robert Fisk no encontró a nadie "que mostrara el mínimo interés en el papel de Duma en provocar los ataques aéreos de Occidente".
De hecho, dos de ellos afirmaron que no encontraban ninguna conexión y se encogieron de hombros cuando les preguntó sobre la muerte de 43 personas —que habrían fallecido en el ataque contra la ciudad—, mientras que uno indicó que su primo fue "ejecutado por Jaish al Islam" acusado de apoyar al Ejecutivo de Assad.
"¿Cómo puede ser que los refugiados de Duma que llegaron a campamentos en Turquía describieran un ataque con gas que ahora nadie en Duma parece recordar?", se pregunta Robert Fisk.