El pasado 14 de abril, científicos de la NASA detectaron una serie de misteriosos agujeros sobre la superficie congelada del mar de Beaufort, en el océano Ártico, que hasta el momento no han podido ser del todo explicados.
El fenómeno fue descubierto durante la misión IceBridge, una operación aérea de la agencia espacial encaminada a mapear el hielo terrestre y marítimo de las regiones polares para lograr comprender las conexiones entre los sistemas climáticos del mundo y observar el efecto del calentamiento global en algunos de los lugares más fríos de la Tierra.
Según el científico John Sonntag, quien consiguió fotografiar el fenómeno, se trata de algo que nunca había visto antes. "Observamos estos círculos tan solo durante unos minutos. No recuerdo haber visto algo así en otros lados", asegura Sonntag.
Nathan Kurtz, otro experto perteneciente al proyecto, considera que se trata de un "área de hielo delgado", cuyo color alrededor "es lo suficientemente gris como para indicar una leve capa de nieve". "No estoy seguro de qué tipo de dinámica podría conducir a las características en forma de semicírculo que rodean los agujeros. Nunca había visto algo así antes", subraya.
Por otra parte, Don Perovich, geofísico del Dartmouth College (Nuevo Hampshire, EE.UU.), asegura que hay algunos aspectos en la imagen que son posibles de explicar. Por ejemplo, las regiones cercanas a los orificios están formadas por hielo marino joven "probablemente delgado, suave y algo maleable" que produce un efecto en forma de onda.
Algunas teorías
Una de las teorías alrededor del origen de los hoyos implica la participación de mamíferos marinos. Se cree que podrían haberlos hecho las focas para crear un área abierta en el hielo a través del cual emergen para respirar, puesto que los orificios encontrados son muy parecidos a los que perforan las focas oceladas y las focas pías, asegura la NASA.
"Pueden deberse a olas de agua que se filtran sobre la nieve y el hielo cuando salen las focas o podría ser una especie de característica de drenaje que resulta cuando el agujero está hecho en el hielo", subraya Walt Meier, científico del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo de Estados Unidos.
Mientras tanto, Chris Shuman, de la Universidad de Maryland (Baltimore, EE.UU.), apunta a que puede ser el resultado de aguas tibias que se derriten en el océano Ártico, ya sea de manantiales cálidos, aguas subterráneas que fluyen de las montañas o de ciertas corrientes en su camino a la superficie del océano.