Washington desea controlar el Sahel —una franja de 5.000 kilómetros que atraviesa el norte de África desde el océano Atlántico hasta el mar Rojo— con drones militares y, para lograr este objetivo, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha comenzado a construir en Níger una base aérea que funcionará a partir del año que viene, informa Defense News.
Esa instalación se encuentra a pocos kilómetros de Agadez, una de las ciudades más pobres de Níger, que se encuentra al borde del desierto del Sáhara. Allí estarán estacionados aviones de combate y drones militares MQ-9 estadounidenses, capaces de cumplir misiones de reconocimiento y ataque y que tendrán un rango de acción que incluirá a países del norte y el oeste de África.
El proyecto está valorado en 110 millones de dólares y el mantenimiento del lugar en estado operativo costará 15 millones anuales. Esta será la segunda instalación militar más grande que EE.UU. tendrá en África tras Camp Lemonnier (Yibuti) —su única base permanente en el continente—, donde dispone de 4.000 efectivos.
Se prevé que los drones de ataque que operen desde esa base serán capaces de actuar contra objetivos de los grupos terrorisas Al Qaeda y Estado Islámico en los países del Sahel; en particular, en territorios alrededor del lago Chad, donde surgió el grupo extremista Boko Haram.
Conflictos, pobreza, delincuencia organizada y terrorismo golpean la población de esta zona de África que sirve de transición entre el desierto del Sáhara y la sabana. En los últimos años, a esos problemas regionales se sumó el caos en Libia tras el derrocamiento del Gobierno de Muammar Gaddafi.