Las dos Coreas han estado técnicamente en guerra desde el conflicto de los años 1950-1953, que terminó con una tregua y no un tratado de paz. A partir de ese momento han surgido ocasionalmente tensiones geopolíticas, pero hasta la fecha ambos países han logrado evitar otro conflicto devastador.
En 1953, el acuerdo de armisticio fue firmado por el representante del Comando de la ONU, teniente general estadounidense William Harrison, así como por representantes del Ejército del Norte y de las fuerzas voluntarias chinas. Un delegado de Corea del Sur se negó a firmarlo. Fue un documento temporal con el fin de "establecer un armisticio que asegure un cese total de las hostilidades (…) en Corea hasta que se logre un acuerdo final de paz" y de crear una zona desmilitarizada. No obstante, el acuerdo final nunca llegó a producirse.
A pesar de la reciente mejora en las relaciones intercoreanas, el eventual tratado de paz que oficialmente ponga fin a la guerra podría seguir siendo difícil de alcanzar, o al menos en un futuro cercano. Este tendría que ser firmado por EE.UU. y, según Julian Ku, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Hofstra en Nueva York –citado por el portal Quartz–, "es difícil ver al Senado de EE.UU. aprobando cualquier tratado con el margen de dos tercios exigido constitucionalmente".
Ku señala que en principio Corea del Sur debería estar involucrada en cualquier tratado de paz oficial, además de EE.UU. y Corea del Norte. Pero para complicar las cosas, Corea del Norte no reconoce a Corea del Sur como uno de los beligerantes en la Guerra de Corea. En cambio, ve a su vecino como un "régimen títere" que no controla realmente las fuerzas militares existentes al sur de la frontera y, como tal, considera que Seúl no puede garantizar ningún acuerdo de paz. Pionyang puede recordar el hecho de que incluso hoy en día, en caso de un conflicto sería EE.UU. quien asumiría el control operativo de las fuerzas surcoreanas.
En cuanto a China, agrega Ku, probablemente no sería necesario que firme el tratado de paz, porque no estaba oficialmente involucrado (como Estado) en la guerra, aunque sí fue necesario que sus fuerzas voluntarias firmaran el acuerdo de armisticio en 1953.
¿Qué es lo que se puede lograr?
La cumbre de las Coreas podría sentar las bases para la posterior reunión entre los líderes de EE.UU. y Corea del Norte, que tendrá lugar probablemente en junio, aunque de momento no se han establecido con exactitud la fecha y el lugar de este encuentro histórico. Según Ku, de allí podría salir un acuerdo ejecutivo entre los dos países.
En cuanto a la cumbre de este 27 de abril, en la que prevén reunirse el líder norcoreano Kim Jong-un y su homólogo surcoreano, Moon Jae-in, las partes podrían acordar mejorar sus lazos y poner fin a los actos hostiles entre el Norte y el Sur, e incluso discutir el funcionamiento de la zona desmilitarizada.
Los líderes de ambas naciones se encontrarán en la aldea de Panmunjom, 53 kilómetros al norte de Seúl. Será el tercer evento de este nivel en la historia de las relaciones bilaterales. Dos reuniones anteriores, en 2000 y 2007, se centraron en cuestiones políticas y económicas.
El pasado 8 de marzo, el presidente estadounidense, Donald Trump, aceptó la propuesta de reunión que le hizo el líder norcoreano. Este mes Trump precisó que el encuentro tendrá lugar el próximo mayo o a comienzos de junio, y se mostró esperanzado ante la posibilidad de que se firme allí un acuerdo sobre la desnuclearización de Corea del Norte.
"Ya no hay necesidad de realizar pruebas nucleares"
La semana pasada, Kim Jong-un declaró que su país no necesita ya realizar más pruebas nucleares ni lanzamientos de misiles, actividades que quedaron suspendidas a partir del 21 de abril.
Según el comunicado oficial, esta decisión prueba la veracidad de la promesa de Corea del Norte de suspender las pruebas nucleares. "La suspensión de los ensayos nucleares es importante para el proceso de desarme nuclear mundial, y Corea del Norte se une a los esfuerzos internacionales encaminados a la eliminación completa de los ensayos nucleares", dijo el líder norcoreano.
Asimismo, aseguró que Pionyang no usará armas nucleares, siempre que no surjan amenazas o provocaciones de ese tipo contra Corea del Norte. El líder norcoreano ha hecho hincapié en que la nueva estrategia de su país pasa por intensificar el diálogo con la comunidad internacional para proteger la paz en la Península coreana.
Por su parte, el presidente estadounidense aplaudió la anunciada postura de Corea del Norte con respecto a la cuestión nuclear, asegurando que se trata de un "gran progreso".