La Policía Federal de Brasil pidió al Supremo Tribunal Federal un plazo de 60 días más para seguir investigando al presidente Michel Temer por un presunto delito de lavado de dinero. La causa fue abierta hace seis meses ante la sospecha de que el mandatario recibió un soborno a cambio de un decreto sobre el sector portuario. Ahora los investigadores presumen que ese dinero podría haber sido utilizado para hacer reformas en casas de familiares y disimulado en transacciones inmobiliarias a nombres de terceros.
Según la información difundida hasta el momento la empresa Rodrimar habría sido favorecida con el llamado Decreto de Puertos 9.048/2017, que aprobó un paquete de licitaciones para incentivar a empresarios nacionales y extranjeros a invertir en zonas portuarias de Brasil. En concreto se aumentó el plazo de las concesiones de las áreas portuarias de 25 años a 35 años, con posibilidad de prórroga por hasta 70 años.
Esta compañía sería la responsable de haber entregado dinero al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) liderado por Temer, a cambio de que sancione esta legislación.
La causa
Tal como señala O'Globo, desde que comenzó la investigación, fueron detenidas temporalmente personas vinculadas a Temer, como el exasesor presidencial José Yunes y el coronel retirado de la Policía Militar, Juan Bautista Lima Filho. Este último sería el intermediario que hizo llegar el dinero –equivalente a dos millones de reales (576.000 dólares)– al jefe de Estado.
En marzo se ordenó levantar el secreto bancario de Temer, justamente para indagar sobre movimientos de dinero sospechosos.
De acuerdo a Folha de Sao Paulo, se presume que Marcela Temer, su mujer, y el hijo de la pareja, son dueños de algunos de esos inmuebles comprados gracias al soborno. Mientras que las reformas hechas en las propiedades de su hija Maristela Temer y su suegra, Norma Tedeschi, formarían parte de la misma acción de lavado de dinero.
En defensa de la familia
Ante estas noticias, el jefe de Estado de Brasil se pronunció este viernes en "defensa de la honra" suya, de su esposa, hijos y parientes mencionados en la causa. "Quiero protestar contra mentiras que son lanzadas contra mi honra", dijo el mandatario, aclarando que no se trata de mentiras solo por su función sino a su "honra personal".
"Y, peor aún, mentiras que afectan a mi familia y a mi hijo que tiene 9 años de edad", expresó citado por la agencia EFE. En ese sentido, calificó la causa judicial como "un disparate".
Temer enumeró que ha trabajado como abogado, profesor, fiscal, presidente de la Cámara de Diputados, vicepresidente y ahora presidente. "Cualquier contador o profesor de matemática consigue concluir que esos recursos recibidos a lo largo del tiempo son suficientes para comprar los inmuebles que compré y reformar los que reformé", sentenció.