El presidente de EE.UU., Donald Trump, afirmó una vez más que eventualmente podría hacerse presente en la ceremonia de apertura de la Embajada estadounidense en Jerusalén.
"Puedo ir, estoy muy orgulloso de esto... La Embajada en Jerusalén fue prometida durante muchos muchos años por otros presidentes. Todos ellos hicieron promesas de campaña, pero nunca tuvieron coraje para cumplirlas. Yo lo he cumplido", declaró durante una conferencia de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel.
El mandatario estadounidense también se jactó de ahorrar dinero al rechazar un proyecto inicial de 1.000 millones de dólares para la construcción de la nueva sede diplomática, y reemplazarlo con otro significativamente más moderado, que costará unos 400.000 dólares.