"Tenemos talento natural, nacemos con ese talento", dijo el exfutbolista Nuno Miguel Soares Pereira Ribeiro, mejor conocido como Nuno Gomes, al referirse a las habilidades de los portugueses en el fútbol.
En entrevista con The Stan Collymore Show, a poco de la Copa del Mundo 2018, que se disputará en Rusia, Gomes, enfatizó que, pese a que Portugal es "un país pequeño", los jugadores tienen "mucha creatividad" y la relación con la pelota "viene natural".
Al evaluar el desempeño de Portugal para el próximo mundial de fútbol, Gomes dijo que ve a su país entre los cinco primeros candidatos para hacerse con el trofeo: "Rezaré por eso".
"Ganamos el campeonato del año pasado [Eurocopa 2016] y creo que nadie creía que Portugal lo ganaría (...) espero que Portugal tenga confianza en el torneo y repita el éxito del año pasado", mencionó.
Un exitoso delantero
Nuno Gomes es uno de los delanteros más conocidos de Portugal. Representó a su país en dos Copas Mundiales [2002 y 2006] y tres Eurocopas [2000, 2004 y 2008]. Su apodo se lo debe al también atacante estrella portugués Fernando Gomes, que jugó a finales de los años setenta y ochenta.
El talento de Gomes fue descubierto temprano por los entrenadores portugueses, que lo invitaron a jugar en el equipo nacional junior a la edad de 15 años, lo que según alega le ayudó a evolucionar para ser un jugador de primera clase.
En 1997, el delantero se unió al Benfica, club en el que pasó más años en toda su carrera: jugó casi 400 partidos para el equipo lisboeta, anotando más de 166 goles y ganando dos títulos de la liga portuguesa. Manifestó orgullosamente que no se arrepiente de rechazar ofertas extranjeras para permanecer en esa oncena. "Jugué para el Benfica 12 temporadas y era el capitán del equipo. Creo que era una decisión del corazón, porque era un fanático del equipo desde la infancia".
Su reconocimiento a nivel mundial llegó con su participación en la Eurocopa 2000, donde anotó cuatro goles y ayudó a Portugal a llegar a la semifinal. Pero ese momento quedó eclipsado cuando junto a otros jugadores arremetieron contra el árbitro en el partido que posiblemente los llevaría a la final. "Por supuesto, después lamentamos esas cosas, no debería haber sucedido. Pero fue como un sueño hecho realidad para llegar a la final y pensamos que el árbitro nos estaba quitando ese sueño", dijo.