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"Hipocresía sin límites": La Embajada de Rusia en Londres critica el papel de Reino Unido en la OPAQ
Los británicos están "tan obsesionados con falsificaciones y mentiras" que estiman que "cualquier verdad se convierte en propaganda", aseguran los diplomáticos rusos.
La "hipocresía" del representante de Reino Unido ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Peter Wilson, "no tiene límites", ha aseverado la Embajada de Rusia en Londres después de que ese hombre tachara de "truco" y "teatro" la presentación que acordó Moscú en la sede de esa organismo, cuando varios testigos presenciales negaron que el pasado 7 de abril tuviera lugar un ataque químico en Duma (Guta Oriental, Siria).
Esa institución rusa recordó que, inmediatamente después, Rusia exigió que aclararan el origen de ese supuesto incidente debido a que "Moscú siempre ha insistido en que la OPAQ juegue un papel central en las averiguaciones sobre el uso de armas químicas", ya que "estamos convencidos de que solo una investigación verdaderamente independiente puede proporcionar las respuestas a la pregunta sobre qué sucedió exactamente en esa ciudad siria".
Londres ignoró los procedimientos de la OPAQ
Sin embargo, Londres "ignoró los procedimientos de la OPAQ" y, con "unas 'evidencias' más que dudosas —en su mayoría, mensajes de redes sociales imposibles de verificar—, Reino Unido, EE.UU. y Francia acusaron a las autoridades sirias de utilizar armas químicas contra su propio pueblo" y "llevaron a cabo ataques militares contra un Estado soberano, violando los principios fundamentales del derecho internacional", subrayó la parte rusa.
La Embajada de Rusia en Londres opina que la lógica de la postura británica "es absurda", ya que si Londres "falsamente afirma que proporcionar testimonios verdaderos es un teatro, ¿cómo podemos calificar los videos preparados por los Cascos Blancos, patrocinados por Reino Unido, en los que se muestran a esas mismas personas —sin su conocimiento— como víctimas de un ataque químico inexistente? ", cuestionaron los diplomáticos rusos.
En definitiva, para la parte rusa "parece que Londres está tan obsesionado con falsificaciones y mentiras que estima que cualquier verdad es propaganda".
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