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México: El candidato Anaya niega estar dispuesto a "construir" una alianza con Peña Nieto

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El centroderechista Ricardo Anaya, que marcha segundo en las encuestas, rechazó pactar con el presidente de México a pesar de que en días recientes aceptó la posibilidad de unir fuerzas con el PRI.
México: El candidato Anaya niega estar dispuesto a "construir" una alianza con Peña Nieto

Ricardo Anaya, candidato presidencial del frente de centroderecha PAN-PRD-MC, negó cualquier "acuerdo 'cupular'" ante la posibilidad de entablar una alianza con el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, para impedir el triunfo del izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

"Un acuerdo 'cupular', bajo ninguna circunstancia, y un pacto de impunidad, menos", afirmó Anaya este lunes durante un acto de campaña.

"¿Con el presidente no?", cuestionó la prensa. 

"No creo bajo ninguna circunstancia en un acuerdo 'cupular' ni con él ni con los líderes, ni con los candidatos. Estoy en un acuerdo con la gente, con los ciudadanos", agregó Anaya durante un acto de campaña por los derechos de la niñez.

La declaración del candidato presidencial de la coalición Por México al Frente fue difundida en Twitter por Alfredo Figueroa y otros voceros de su campaña. 

El pasado 27 de abril, durante una reunión a puertas cerradas con inversionistas del sector financiero, Anaya reconoció públicamente estar dispuesto a "construir" una alianza con el presidente Peña Nieto "para ganar esta elección".

Estas declaraciones desataron una polémica en México, ante la serie de dichos contradictorios de Anaya, quien hace apenas unas semanas había prometido encarcelar a Peña Nieto.

"Absolutamente abierto" a unir fuerzas con Peña Nieto

Las declaraciones de Anaya en ese foro convocado por inversionistas del banco Citibanamex pasaron desapercibidas debido a que la prensa no tuvo acceso a la reunión. 

Al día siguiente, una nota del diario El Heraldo de México, dio a conocer la declaración de Anaya, lo cual provocó que horas más tarde, el equipo de campaña del candidato diera a conocer un video con lo ocurrido durante el evento. 

En el foro, Anaya afirmó estar dispuesto a unirse a Peña Nieto con tal de ganar la elección presidencial e impedir que López Obrador eche abajo las reformas estructurales aprobadas por el actual Gobierno.

"Tú (buscarías) una cita con Peña para decirle: […] señor, estamos discutiendo el futuro del país y aquí hay un conjunto de reformas frente a un señor que no quiere esas reformas. ¿Tú, esa cita, se la pedirías y hablarías directamente […] con Peña Nieto?", preguntó el moderador del encuentro, Leonardo Curzio, al candidato del PAN.

Y fue entonces cuando el candidato del PAN reconoció una posible alianza con Peña Nieto.

"Mira, más que pedir la cita, y yo también les ruego que comprendan que tengo ser muy prudente si quiero ganar esta elección, [debo] decir: 'hay que hacer que las cosas sucedan de manera inteligente'. Lo que te puedo decir, Leonardo, es: 'la ruta es la de sumar esfuerzos [entre] los que queremos un país moderno, un país abierto al mundo, un país sin amnistías, un país con estado de derecho, un país con reforma educativa que siga avanzando y no un pacto que con la CNTE que no ha hecho más que detener la educación en los estados en donde domina'", sostuvo el frentista.

"Yo estoy absolutamente abierto a construir con quienes haya que construir para ganar esta elección y darle viabilidad al futuro del país", agregó Anaya.

"Entonces, ¿existe esa posibilidad?", insistió el moderador.

"Digamos que sí", respondió Anaya fuera de micrófono.

De este modo, Anaya aceptó la posibilidad de "construir" una alianza con Peña Nieto para defender las reformas estructurales y detener a López Obrador.

Esto, a pesar de que hace apenas unas semanas, Anaya amagó con encarcelar a Peña Nieto si se demostraban actos de corrupción contra el actual presidente.

¿Usted encarcelaría a Peña? Fue la pregunta que hizo la prensa a Anaya a principios de marzo. "Por supuesto que sí, ya estuvo bueno de que haya intocables en nuestro país. Aquí, el que la haya hecho la tendrá que pagar y, por supuesto, incluye al presidente de la República, Enrique Peña Nieto", indicó Anaya en medio de una guerra de acusaciones entre el PRI y el PAN.

En aquella ocasión, el candidato se pronunció a favor de crear una Fiscalía "autónoma y apartidista que sea acompañada por una comisión de la verdad con asistencia internacional, para investigar los señalamientos de corrupción del Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto", incluyendo casos "muy graves" y "empezando por el escándalo de la Casa Blanca y los casos de Odebrecht", los cuales involucran de manera directa al actual presidente de México.

Pero a pesar del conflicto entre Anaya y Peña, el presidente aprovechó el encuentro con inversionistas de Citibanamex para arremeter, por primera vez, en lo que va de las campañas presidenciales en México, contra las "políticas populistas e irresponsables que destruyeron en los años 70 y 80 el patrimonio que [las familias] habían construido durante décadas", en una clara alusión a las propuestas de López Obrador.

De la guerra a una posible alianza

Pero, ¿cómo fue que Anaya y Peña Nieto pasaron de una guerra política a una posible alianza?

A pesar de la cercana relación que tuvo Anaya con el equipo del presidente Enrique Peña Nieto, en el marco del Pacto por México —a través del cual se impulsaron las reformas estructurales impulsadas por los partidos PRI, PAN y PRD— las elecciones en el estado de México durante 2017 marcarían una ruptura entre ambos personajes.

El distanciamiento entre Anaya y Peña se dio tras una reunión secreta celebrada en la residencia oficial de Los Pinos, el 20 de enero de 2017, donde hablaron sobre el proceso electoral en tres entidades del país (estado de México, Coahuila y Nayarit), de cara a la elección presidencial de 2018.

Tras dicha reunión, cuyos detalles aún se desconocen, Anaya acusó al PRI de comprar votos en Atlacomulco, estado de México, considerado el principal bastión del grupo político al que pertenece Peña Nieto.

A los pocos días, el Gobierno federal, a través de la Procuraduría General de la República, presentó una acusación contra la familia de Josefina Vázquez Mota, la entonces candidata del PAN a la gubernatura del estado de México, quien fuera impulsada por Anaya, quien entonces era presidente del PAN. Esto, luego de que Vázquez Mota fuera acusada de recibir del Gobierno de Peña más de 1.000 millones de pesos (53 millones de dólares) a través de la fundación Juntos Podemos, para supuestamente ayudar a los migrantes mexicanos en Estados Unidos, sin que hasta la fecha se haya podido aclarar el destino de dichos recursos.

Este episodio marcaría el inicio de la guerra política entre Peña Nieto y Anaya, la cual se intensificó con la disputa por el control de lo que será la nueva Fiscalía General, acusaciones en la prensa por un supuesto enriquecimiento inexplicable por parte de Anaya, así como una serie de maniobras políticas realizadas por parte del Gobierno de Peña para impedir la construcción del frente partidista PAN-PRD-MC que impulsa la candidatura presidencial de Anaya.

Las descalificaciones entre ambos llegaron a su punto máximo cuando ya en pleno proceso electoral, el Gobierno mexicano utilizó los aparatos de justicia para atacar a Anaya, afectando la equidad de la contienda presidencial, según resolvió una sala especializada del Tribunal Electoral mexicano.

Pero mientras la división entre Anaya y Peña se hacía más evidente, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador aprovechó la confrontación para aumentar su ventaja como puntero en las encuestas de preferencia electoral.

Una situación clave para que los grupos empresariales cercanos tanto a Anaya como Peña presionaran para que el PRI y el PAN dejaran atrás sus diferencias y apoyaran a un candidato en común para impedir que el triunfo de López Obrador ponga fin al modelo económico neoliberal que se ha implementado en México desde hace 30 años.

Una situación que, sumada al desplome del candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade, provocó que los grupos de Anaya y Peña Nieto comenzaran a tender puentes de negociación.

Las contradicciones de Anaya

De este modo, el reconocimiento público de que hay negociaciones entre el PRI y el PAN para formar de facto un frente de derecha anti-AMLO, representa una contradicción en la línea discursiva de Anaya, quien había ocupado buena parte de su campaña en posicionarse como un candidato "anti-sistema".

"Ricardo Anaya se da un disparo en el pie al sugerir que estaría dispuesto a colaborar con el PRI y Enrique Peña Nieto para ganar la elección. La contienda es sobre cambio y rechazo al 'statu quo'. Al acercarse al priismo, se erige como el candidato de la continuidad", escribió la politóloga Denise Dresser en su cuenta de Twitter.

Una contradicción que ha sido resaltada por analistas como el periodista Jenaro Villamil o el académico del Centro de Investigación y Docencia Económica, Carlos Bravo Regidor, entre otros.

En contraparte, el periodista y académico Mario Campos cuestionó que los seguidores de López Obrador no cuestionen la alianza de Morena y el PVEM (cercano al PRI) en estados como Chiapas.

"Es obvio que Ricardo Anaya quiere el voto útil de priistas y de todos los que pueda. No el voto de Meade y menos el de EPN (¿se acuerda de las acciones de la PGR?) Por cierto, ¿qué candidato en público ha ofrecido el perdón a Peña y ha dicho que no se le puede juzgar?", escribió Campos en Twitter.

Pese a las diversas opiniones, el candidato Ricardo Anaya ha enfrentado una serie de problemas en torno a la veracidad y contradicciones discursivas a lo largo de su campaña presidencial: desde el uso de falacias en los datos utilizados para atacar a sus adversarios durante el primer debate presidencial, hasta posturas ambivalentes como la reforma educativa o el gobierno de su compañero de partido, el expresidente Felipe Calderón. 

Manuel Hernández Borbolla

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