¿Qué es la enorme zona muerta del mar Arábigo?
Un estudio recientemente publicado confirmó que el golfo de Omán alberga una enorme zona marina muerta. Pese a que se trata ya de un área de alrededor de 165.000 kilómetros cuadrados ―que casi cubre todo el territorio del golfo―, la zona sigue creciendo. Según investigadores, la situación, que resultó ser "peor de lo que se temía", representa una seria amenaza medioambiental.
¿Qué es una zona muerta?
Se trata de regiones de agua prácticamente desprovistas de oxígeno, lo que hace imposible sostener la vida marina en sus profundidades. El fenómeno ocurre cerca de las costas habitadas, donde la vida acuática está más concentrada.
Desde la década de 1970, los científicos empezaron a observar un aumento del número de zonas muertas. En 2008, en el mundo ya habían sido registradas 405.
¿Por qué se produce?
Las zonas muertas pueden producirse naturalmente entre 200 y 800 metros de profundidad en algunas partes del mundo. Sin embargo, también son causadas por el exceso de nutrientes químicos, producidos como resultado de la actividad humana.
De acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU., "hay muchos factores físicos, químicos y biológicos, cuya combinación crea zonas muertas, pero la contaminación por nutrientes es la causa principal de esas zonas creadas por los humanos".
El exceso de nutrientes corre desde la tierra a los ríos y las zonas costeras, explica el organismo, lo que puede estimular un crecimiento excesivo de algas, que después se descomponen en el agua. El proceso de descomposición consume y agota el oxígeno necesario para el mantenimiento de la vida marina.
Otro factor de la desoxigenación es el cambio climático que altera la circulación oceánica.
¿Y qué pasa en el golfo de Omán?
Los científicos han tenido conocimiento del área muerta del golfo de Omán desde la década de 1960, sin embargo, una reciente investigación reveló un "dramático aumento" en su tamaño.
Para evaluar la situación, un equipo de especialistas encabezado por Bastien Queste sumergió dos vehículos autónomos —'glider' o planeador submarino— en el golfo de Omán durante ocho meses. Los robots se comunicaron vía satélite para construir una imagen de los niveles de oxígeno y los mecanismos oceánicos que transportan este elemento de un área a otra.
Los datos obtenidos demostraron que los niveles de oxígeno ahora son casi nulos en la región, mientras que la zona muerta está creciendo y conllevaría "consecuencias nefastas" para quienes dependen de los océanos como fuente de empleo y alimento. Otro problema, según los investigadores, es que en ausencia del oxígeno cambia drásticamente el ciclo químico del nitrógeno, y se produce el óxido nitroso, "un gas de efecto invernadero 300 veces más potente que el dióxido de carbono".
"El mar Arábigo es la zona muerta más grande y densa del mundo", afirmó Queste. "Pero hasta ahora nadie sabía realmente cuán mala era la situación, porque la piratería y los conflictos han hecho que la recopilación de los datos sea demasiado peligrosa […] Nuestra investigación muestra que la situación es peor de lo que se temía, y que el área de la zona muerta es vasta y está en crecimiento. El océano se está asfixiando", concluyó.