Un tribunal estadounidense dictaminó este martes que Irán debe pagar más de 6.000 millones de dólares a los familiares de las víctimas de los atentados del 11-S, pese a que la mayoría de los terroristas eran ciudadanos saudíes y que Teherán descarte cualquier vínculo directo con dichos atentados, informa Aljazeera.
George Daniels, juez federal de Nueva York, declaró responsables de la muerte de más de 1.000 personas en los atentados de 11-S a Irán, a su banco central y al ejército de dicho país, también denominado Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica.
La sentencia del juez dictamina que la indeminación debe ser de 12,5 millones de dólares para los que perdieron un cónyuge, 8,5 en el caso de que falleciera uno de los progenitores o un hijo y 4,25 si la víctima era un hermano o hermana. Sin embargo varios medios destacan el carácter simbólico de un fallo de Daniels que se considera inaplicable.
No se trata de la primera vez que Daniels emite sentencias por incumplimiento contra Irán. En los años 2011 y 2016 este mismo juez ordenó a la República Islámica el pago de miles de millones dólares a las víctimas del 11-S. Teherán, que todavía no se ha pronunciado sobre el reciente fallo, ya rechazó las anteriores sentencias considerándolas "ridículas", porque ninguno de los autores materiales era iraní y no existe un vínculo directo entre Irán y dichos atentados.
De los 19 autores materiales de los atentados del 11-S, 15 eran de Arabia Saudita, dos de Emiratos Árabes Unidos, uno de Egipto y otro del Líbano. No obstante, la demanda de EE.UU. presentada en 2004 afirmaba que Teherán apoyó de manera económica a los secuestradores.
La reciente sentencia contra Irán, así como otras contra Arabia Saudita por apoyo directo a los secuestradores, se basan en la Ley de Justicia contra los Patrocinadores del Terrorismo (JASTA, por sus siglas en inglés), que fue aprobada en 2016 y permite a los familiares de las víctimas llevar a los tribunales a gobiernos de otros países.