Uruguay ya es la cuarta potencia mundial en producción de energía eólica, situándose a la cabeza de América Latina en este sector, según se desprende del informe realizado por la Renewable Energy Policy Network for the 21st Century (REN21, por sus siglas en inglés), que recoge cifras del 2016.
Los únicos países que superan a Uruguay en materia de inclusión de energías alternativas dentro de su matriz energética son Dinamarca (38%), Irlanda (27%) y Portugal (24%). En la lista también figura otro país latinoamericano, Costa Rica, que con el 10,5% ocupa el puesto número 12.º, superando así ambos países a varios estados de la Unión Europea.
En los últimos años Uruguay ha dedicado gran parte de su presupuesto a construir un gran número de parques de energía eólica que generan el 23% del total de la energía que se consume en el país. Actualmente cuenta con 25 de estos parques donde producen este tipo de energía.
El cambio de dinámica de Uruguay empezó en 2013, durante la legislatura del presidente José Mujica, cuando la energía eólica apenas suponía el 1% del total de consumo del país. En 2015 el país sudamericano ya contaba con una capacidad instalada de 580 megavatios, cifra que incrementó hasta 1,3 gigavatios en 2018.