La modelo Rebecca Zeni, que fue uno de los rostros icónicos de EE.UU. en la década de los 40 y de los 50, pasó los últimos años de su vida en una residencia geriátrica, donde fue víctima de constantes enfermedades que le provocaron una muerte dolorosa.
En 2010 Zeni ingresó con 87 años en el Shepherd Hills de LaFayette, Georgia, y lo hizo en estado de demencia y aquejada de diabetes y otras enfermedades. Necesitaba cuidados constantes, pero no los recibió.
Pero eso no fue lo peor, ya que ixódidos o garrapatas duras se colocaron bajo de su piel y llenaron su cuerpo de huevos. Como no fue tratada de manera adecuada, tiempo después su piel se había convertido en una costra gruesa, su mano derecha se volvió negra, hasta el punto de que casi perdió los dedos. En ese estado murió Zeni en 2015, a los 93 años, publica el diario The Washington Post.
El inicio de la investigación
Después de aquello su familia demandó al Shepherd Hills por dejarla morir. "En los últimos meses de su vida, ella padeció un dolor constante. Literalmente, estaba siendo comida viva de adentro hacia afuera", dijo el abogado de la familia, Mike Prieto.
En 2013 aparecieron las primeras manchas en la piel de Zeni. Junto a ella, otros diez residentes e igual cantidad de empleados fueron diagnosticados con garrapata dura. Sin embargo, las autoridades del lugar no tomaron ninguna medida. Los familiares aseguran que ni siquiera fueron informados de lo sucedido.
Otros brotes se registraron en 2014 y en 2015.Para entonces el estado de la exmodelo ya era muy pesado, pues presentaba erupciones y ronchas en cabeza, cuello, hombros, pecho, brazos y espalda. Aunque le recetaron antibióticos y cremas, la medicación no se le proporcionó debidamente.
El 2 de junio de 2015, Zeni murió de estafilococo áureo a consecuencia de la sarna costrosa que le había provocado la garrapata dura, tal como reveló la autopsia.
"La única variable que es común en estos lugares para garantizar sus ganancias está en su personal. Contratan adrede a gente que no está calificada ni entrenada y así ahorran costos", denuncia Prieto. Esta situación quedó plasmada en las irregularidades, denuncias y castigos recibidos por la residencia Shepherd Hills, a la que ordenaron pagar 337.786 dólares por violaciones en las normas de salud.