Este viernes, 233 ciudadanos venezolanos abordaron en Boa Vista, la ciudad brasileña más cercana a Venezuela, un avión que los llevaría a Manaos y Sao Paulo, dos grandes urbes con mayores condiciones para recibirlos.
Lo más llamativo del hecho es que no se trató de un vuelo comercial, ni tampoco de una decisión individual, sino de una aeronave de la Fuerza Aérea de Brasil, que por decisión gubernamental busca dar inicio a la resolución de un serio problema: la continuada afluencia migratoria que desde Venezuela arriba a la forinteriza región norte del Brasil.
Los inmigrantes llenaron en toda su capacidad un Boeing 767. Fue el tercer vuelo en un mes, como parte de un programa con el cual el gobierno brasileño se propone aminorar las tensiones de una demanda sobre los servicios públicos en el norte de su país, según reporta Reuters.
Desde marzo pasado, el gobierno de la inmensa nación amazónica puso en marcha un operativo para controlar el flujo de venezolanos hacia su territorio. Con ese fin, asignó a sus Fuerzas Amradas un presupuesto adicional de 54 millones de dólares