El caza furtivo F-35 de EE.UU. podría ser derribado por armas de la Segunda Guerra Mundial
Los misiles tierra-aire, estos reconocidos asesinos de aviones de alta tecnología, están atrayendo cada vez más atención, escribe el autor de un artículo en la revista estadounidense The National Interest, Michael Peck.
Sin embargo, el mando de la Fuerza Aérea de EE.UU. ha recordado que las armas antiaéreas antiguas, tales como cañones antiaéreos, siguen siendo un peligro. De ahí la génesis de un nuevo proyecto de investigación de la Fuerza Aérea para detectar las baterías antiaéreas de la misma manera que las tropas de tierra usan sus propios medios para localizar las posiciones de morteros y francotiradores.
El objetivo del proyecto es utilizar el radar aéreo para rastrear la trayectoria de los proyectiles antiaéreos hasta su fuente, es decir la correspondiente pieza de artillería que la disparó.
Aunque el texto de la solicitud de investigación no menciona el caza furtivo F-35, en el programa de adquisición al que se destina el proyecto figura como el F-35 Joint Strike Fighter. También el caza furtivo F-22 Raptor está incluido en la lista de palabras clave en la parte inferior de la solicitud, indica Peck.
"Estoy seguro de que no es una coincidencia", cree el analista Dan Grazier. "El F-35 es bastante vulnerable al fuego desde tierra."
Y esa vulnerabilidad no solo es aplicable al F-35. La artillería antiaérea moderna parece ensombrecer el futuro de otros aviones de EE.UU., de acuerdo con la Fuerza Aérea. "Los AAA heredados [artillería antiaérea] ya son letales a 35.000 pies [unos 10.000 metros] y se volverán más letales a medida que los proyectiles sean cada vez más inteligentes y se mejore el rastreo de los radares. En el futuro cercano, serán aún más letales en altitudes mucho mayores a medida que se adopten numerosas tecnologías de 'hipervelocidad', como la de los cañones de rieles y la artillería de largo alcance con proyectiles dotados de buscadores inteligentes", explicó Grazier.
Soluciones técnicas
Los pilotos suelen descubrir la presencia de cañones antiaéreos solo cuando los proyectiles comienzan a explotar a su alrededor. Incluso entonces, las armas antiaéreas camufladas pueden ser difícilmente detectables, lo que dificulta la supresión de su fuego.
Sin embargo, la artillería antiaérea tiene características distintivas que la Fuerza Aérea espera usar en su proyecto. Por ejemplo, las piezas de artillería antiaérea solo pueden ser emplazadas en ciertos tipos de terreno.
Las armas antiaéreas se instalan en ciertas áreas del terreno. Además, bajo ciertas condiciones pueden ser rastreadas usando radares de la Fuerza Aérea. Curiosamente, la propuesta de la Fuerza Aérea incluye usar el radar del veterano avión de ataque a tierra AC-130 o los radares meteorológicos de banda X para detectar baterías antiaéreas.
Algunos expertos se preguntan si la Fuerza Aérea debería estar poniendo sus aeronaves en peligro acercándose demasiado a los blancos de ataque. Sin embargo, en varios casos ello es inevitable.
Cazabombarderos como el F-16 y el F/A-18 en algunas ocasiones han volado a altitudes bajas en Afganistán para usar su cañón automático atacando objetivos en tierra. Cabe agregar el peligro para los aviones de transporte y helicópteros, "cuyas misiones los hacen vulnerables al fuego desde tierra, al igual que todos los aviones durante el despegue y el aterrizaje," explica el autor.