La piedra Kueka, símbolo sagrado para los indígenas de la etnia pemón, será entregada a las autoridades venezolanas para su repatriación.
El monumento natural, que forma parte de la cosmogonía de la etnia, fue sustraído por el artista alemán Wolfang von Schwarzenfeld en 1998, con una autorización irregular del entonces presidente venezolano, Rafael Caldera. La piedra semipreciosa, de jaspe, sería exhibida en el parque de Tiergarten (Berlín), como parte del Proyecto Global Stone.
Doce chamanes del pueblo pemón realizaron este viernes un ritual de "sanación" a la roca, que fue modificada por el artista y vandalizada con grafitis durante su estancia en el parque alemán. La lucha por la devolución del monumento lleva casi 20 años.
Aunque se desconocen los detalles logísticos para el traslado de la piedra, que tiene un peso de 30 toneladas, el ministro de Cultura, Ernesto Villegas, precisó que el acto de los chamanes es la "antesala espiritual a su repatriación".
Los pemones, asentados en el estado Bolívar, al sureste de Venezuela, consideran que la causa de los desastres naturales y el desequilibrio de la naturaleza se deben a la sustracción de la Kueka, que salió de manera irregular de la comunidad de Santa Cruz de Mapaurí.
Desde hace ya varios años, Venezuela venía intensificando las gestiones para la devolución del monumento ante las autoridades alemanas, que si bien no se han negado al trámite, exigen una salida conveniente para todas las partes. El artista, por su lado, alega que la piedra carece de significado, que la trasladó con la anuencia del gobierno y que fue un "regalo" para Berlín, refiere Telesur.
La 'abuela' pemón
La leyenda indígena cuenta que un joven pemón de Taurepán se enamoró de la mujer más bella de la comunidad Makuxi, y se fugó con ella, aun en contra del dios Makunaima, que prohibía el cruce entre ambos pueblos.
Los amantes fueron perseguidos y su condena fue vivir abrazados eternamente, convertidos en piedra. Así se convirtieron en los ancestros de los indígenas pemones. Pero lo que unió Makunaima, lo separó Von Schwarzenfeld. Después de la sustracción del monumento, 'El abuelo' quedó solo en Santa Cruz de Mapaurí, y la abuela fue llevada a más de 8.500 kilómetros de distancia, a Berlín y, curiosamente, para ser inscrita como representante del "amor".
En 2006, Kueka fue declarada como bien de interés cultural por el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), debido a su valor simbólico y cosmogónico para la comunidad pemón, destaca AVN.