Tres iglesias cristianas de la ciudad de Surabaya, la segunda metrópoli más poblada de Indonesia, han sufrido en la mañana de este domingo ataques casi simultáneos antes del servicio matutino. Las explosiones han dejado trece muertos y al menos 40 heridos en los tres lugares, según informa Reuters.
En uno de los casos los atacantes accedieron a la iglesia católica de Santa María en Surabaya en motocicletas, irrumpieron en el edificio y activaron los explosivos de inmediato, informa el sitio web Detik.
Otro templo atacado ha sido la Iglesia Pentecostal Central de Surabaya. Dos personas perdieron la vida en la iglesia de Diponegoro (lleva el nombre del príncipe javanese venerado tanto por los cristianos como los musulmanes de la isla).
La policía identificó a los autores como miembros de una misma familia, y señala que tres menores de entre 9 y 16 años fueron utilizados en el ataque. Agrega que dicha familia había regresado de Siria y simpatizaba con el Estado Islámico, organización que posteriormente reivindicó este ataque.
Por su parte, el presidente del país, Joko Widodo, calificó el atentado de "barbárico". "He instruido a la Policía a encontrar y desarticular las redes que perpetraron el ataque", aseveró el mandatario.