Agrupaciones sindicales marchan este lunes 14 de mayo a las 11:00 (hora de Argentina) hasta el Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires para mostrar su rechazo al aumento de precios en servicios básicos y al pedido de un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) por parte del Gobierno de Mauricio Macri.
La Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Juventud Sindical Nacional (JSN) encabezan la manifestación que concluye en el centro de la capital. Además, se hacen presentes gremios que representan a los trabajadores portuarios, aeronavegantes y de la industria naval, así como textiles, judiciales, cerveceros, señaleros, impositivos y empleados del sector eléctrico.
La convocatoria se suma a la protesta producida el miércoles 9 de mayo, donde miles de ciudadanos agrupados en partidos políticos de la oposición, sindicatos y movimientos sociales se manifestaron frente al Congreso argentino para rechazar los diálogos con el FMI y presionar a los legisladores para que aprobaran un proyecto de ley que frene el aumento en los precios de servicios como el agua, la electricidad y el gas, entre los más destacables.
Aquella normativa ya tuvo el visto bueno en la Cámara de Diputados, pero resta por ver qué sucederá con los senadores. De todos modos, desde el oficialismo ya adelantaron que Macri vetaría la ley en caso de ser aprobada, informó Cadena 3.
Los motivos del reclamo
Quienes se oponen al nuevo acercamiento de la entidad financiera, tras un pedido de la Administración sudamericana, sostienen que ello significaría la reducción del gasto público en áreas sensibles como educación, el sistema jubilatorio o el empleo en el Estado. El especialista en macroeconomía de la Universidad de Buenos Aires, Agustín D'attellis, expresó días atrás que el Ejecutivo "necesita al Fondo para justificar un ajuste que vienen postergando".
Sin embargo, hasta ahora solo hay especulaciones porque las negociaciones en Washington recién comenzaron. Lo que sí se sabe, de acuerdo a un comunicado oficial del FMI que cita a su directora, Christine Lagarde, es que Argentina solicita "un Acuerdo de Derecho de Giro ('Stand-By') de alto acceso". Se trata de una modalidad de crédito que suele ir acompañada de condicionamientos ligados a la reducción del déficit fiscal y a medidas de ajuste por parte de los gobiernos que acceden a este tipo de acuerdos.
La extrema tensión radica en conocer cuáles serán las condiciones que pondrá el Fondo para entregar el dinero, cuya cifra tampoco se dio a conocer, aunque se espera que ronde entre los 30.000 y 40.000 millones de dólares. Según informa el propio organismo en su sitio oficial, "cuando un país obtiene crédito del FMI, el Gobierno se compromete a ajustar la política económica para superar los problemas que le llevaron a solicitar asistencia financiera a la comunidad internacional".
Por su parte, uno de los convocantes de la actual manifestación, Juan Carlos Schmid, asegura: "Millones de argentinos padecemos, más que un ajuste económico, un verdadero estrangulamiento de nuestras condiciones de vida". Asimismo, el dirigente de la CGT, la agrupación gremial más importante del país, expresa: "No nos quedamos en las declaraciones, vamos a continuar llevando adelante estas manifestaciones contra el 'tarifazo' —escalada de precios— y la situación económica general, que es preocupante".