Uno de los cinco condenados por abusos sexuales a una joven de 18 años en los Sanfermines de 2016 (en Pamplona, España), que se encuentra en prisión desde hace 22 meses, ha roto el silencio con una carta remitida al medio español La Tribunal de Cartagena, en la que expresa que "mañana le puede pasar a tu hermano, a tu padre, a tu hijo o a ti mismo y ese día os arrepentiréis de haber apoyado el #YoSíTeCreo".
La carta manuscrita de Antonio Manuel Guerrero Escudero, el guardia civil del grupo conocido como de 'La Manada', critica tanto el tratamiento mediático del caso, como el movimiento feminista que ha apoyado a la víctima, y hasta a la propia víctima, con duras palabras.
"¿De verdad alguien se creerá que cuando tienes el pene en la mano fue porque te tropezaste y te agarraste para no caerte?", es una de las frases que dedica a la víctima. También justifica la difusión de los datos privados de la víctima, que ha tenido lugar en las últimas semanas, diciendo que "ahora tiene que sufrir lo que sufrimos nosotros". Incluso da las gracias a forocoches y burbuja.info, dos de los foros que se dedicaron a difundir los datos de la víctima, incluido el DNI y fotografías suyas.
Sobre el movimiento popular de apoyo a la víctima critica el cambio del eslogan inicial de 'No es no' al 'Si no digo que sí es que no', porque "ahora resulta que la chica dice que ella en ningún momento dice que no". "Solucionado", añade.
Los hechos
Lo que la sentencia considera probado, y por lo que condena a los cinco acusados a 9 años de prisión y 5 de libertad vigilada, es que los cinco hombres introdujeron a la joven en un portal, en un cubículo reducido con una sola salida, donde con prevalimiento abusaron de la víctima. Esta, en estado de 'shock' y rodeada por cinco varones corpulentos y de mayor edad, se sometió. Tras los hechos abandonaron a la joven semidesnuda en el portal y le robaron el teléfono móvil.
La sentencia contó con el voto particular de uno de los tres magistrados que componían el tribunal que abogaba por la absolución de los cinco acusados. Por su parte, tanto la Fiscalía como los abogados de la víctima han recurrido la sentencia por entender que no se trató de abuso sexual, sino de agresión sexual. La diferencia es que para que se considere violación (agresión sexual) debe mediar intimidación o violencia. Aducen que la descripción de los hechos probados de la sentencia se corresponde con la definición de intimidación.