Arzobispo chileno dice que la "fama" de Karadima le impidió creer en sus víctimas
El cardenal chileno Francisco Javier Errázuriz admitió que la "gran convocatoria pastoral" del sacerdote Fernando Karadima fue un impedimento para que él creyera las denuncias de sus víctimas.
En una misiva enviada el pasado 10 de mayo a la Conferencia Episcopal Chilena, el arzobispo de Santiago niega que haya encubierto los crímenes de Karadima –considerado culpable por la Santa Sede de haber cometido abusos sexuales, pero absuelto por la justicia chilena–, aunque reconoce que no actuó debidamente con las víctimas por la "fama" que tenía el prelado.
Cardenal Errázuriz quien será recordado como la vergüenza de Chile. Conocido como encubridor en el mundo entero. Tan desesperado, que manda carta a sus amigos, a obispos, tratando de lavar su imagen. No le cree nadie...por más que trate. https://t.co/JoLAFhzqZq
— Juan Carlos Cruz Ch. (@jccruzchellew) 15 de mayo de 2018
"Se acusaba a un sacerdote de gran convocatoria pastoral, cuya predicación había enriquecido a más de treinta jóvenes que habían sido ordenados sacerdotes, y a cuatro sacerdotes que habían sido consagrados obispos. Además, se acusaba a un sacerdote que inspiraba una asociación formada por jóvenes y presbíteros que propagaban su fama", escribió en un fragmento de la carta, citado por Bio Bio Chile.
Errázuriz consideró que en las últimas semanas ha sido "difamado públicamente", al ser tildado como encubridor, pero reconoció que solo había enviado los casos al Vaticano cuando tuvo certeza de la verosimilitud. Es decir, casi siete años después.
"El código de derecho canónico señala que se debe investigar cuando la noticia de un delito es 'al menos verosímil'. Es difícil llegar a esta convicción en los casos de los delitos de abuso sexual, ya que normalmente son realizados en lo oculto, sin testigos y sin que queden pruebas; y mientras el acusado asegura su inocencia, el denunciante la niega", alegó en su defensa.
"Me acercaría más"
El arzobispo ha estado en el centro de las críticas por parte las víctimas, como el periodista Juan Carlos Cruz, quien lo calificó este martes como "la vergüenza de Chile" por ser "conocido como encubridor en el mundo entero".
En su intento de descargo, Errázuriz argumentó que había tratado de ser "imparcial" en el curso de las investigaciones y que por eso tomó distancia de los denunciantes: "Si tuviera que volver a pasar por una situación semejante, me acercaría más a las víctimas", dijo.
Tanto Cruz como James Hamilton y José Andrés, víctimas de Karadima, se reunieron con el Papa a principios de este año para dar detalles de los abusos a los que fueron sometidos, luego de un demoledor informe que constató la veracidad de los señalamientos.
Esta semana, obispos de la Conferencia Episcopal viajaron a Roma para reunirse con el papa Francisco, con el propósito de analizar las denuncias sobre casos de abusos sexuales que giran en torno a la Iglesia católica del país sudamericano.
"Llegamos con dolor y vergüenza", expresó el pasado lunes monseñor Fernando Ramos Pérez, obispo auxiliar de Santiago, en una rueda de prensa. El sumo pontífice convocó a 33 obispos chilenos para sostener una serie de encuentros que se llevan a cabo desde el martes 15 y durarán hasta el jueves 17 de mayo.