Un Boieng 737 de la aerolínea rusa Pobeda se ha visto obligado a volver al Aeropuerto Internacional Vnúkovo, en Moscú, del que había despegado la mañana de este sábado rumbo a Ástrajan.
El aparato, en el que iban 170 personas, efectuó con éxito un aterrizaje de emergencia con un solo motor operativo, informa Interfax.
El vuelo despegó a las 7:15 (hora local) y empezó a perder altitud y velocidad al cabo de media hora, descendiendo hasta los 2.000 metros, según Flightaware. Ante esta situación, el piloto tomó la decisión de regresar.