Un equipo de científicos australianos ha demostrado que una proteína que se encuentra en una planta de tabaco tiene el potencial de combatir enfermedades infecciosas potencialmente mortales. De acuerdo con su estudio, publicado en la revista Nature Communications, este descubrimiento científico podría conducir al desarrollo de una nueva clase de antibióticos y afrontar el desafío de la resistencia a los antibióticos.
Mark Hulett junto a Marc Kvansakul y su equipo de la Universidad La Trobe de Melbourne, habían demostrado que el péptido NaD1, que se encuentra en las flores de la planta ornamental de tabaco Nicotiana alata, posee cualidades que combaten las bacterias.
Según ha señalado Hulett "las enfermedades infecciosas representan más de una de cada ocho muertes y se prevé que las tasas de mortalidad se disparen en los próximos 30 años". Asimismo, la resistencia a los antibióticos al ritmo actual eventualmente llevará, de acuerdo con el científico, al agotamiento de las opciones efectivas de medicamentos a largo plazo. "Es importante que desarrollemos nuevos tratamientos con antibióticos", ha aseverado Hulett.
Nuevas formas de combatir las infecciones
Utilizando el Australian Synchrotron (instalación de radiación de sincrotrón ubicada en las afueras de Melbourne), los científicos han demostrado con detalles atómicos cómo el péptido de la planta del tabaco puede destruir el microorganismo responsable de una infección fúngica peligrosa.
El péptido perfora la capa externa en forma de paracaídas de células de Candida albicans (hongo que provoca la candidiasis), desgarrándolas, y haciendo que exploten y mueran. "Actúan de forma diferente a los antibióticos existentes y nos permiten explorar nuevas formas de combatir las infecciones", han explicado los expertos australianos.
Este "emocionante" descubrimiento podría ser utilizado para desarrollar una nueva clase de terapia antimicrobiana y tratar varias enfermedades infecciosas, incluido el estafilococo dorado, resistente a múltiples medicamentos, e infecciones como el VIH, el virus del Zika y el dengue, entre otros.