El término "animales salvajes" fue usado más de diez veces en una declaración de la Casa Blanca para referirse a la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13).
Tras el revuelo que causaron las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien los llamó "animales", su administración no ha dudado en respaldar el tono despectivo y reiterarlo en un comunicación oficial este lunes.
MS-13 es una pandilla transnacional que ha traído violencia, miedo y sufrimiento a las comunidades estadounidenses
"MS-13 es una pandilla transnacional que ha traído violencia, miedo y sufrimiento a las comunidades estadounidenses", reza la declaración de la Casa Blanca sobre esa organización delictiva. "Toda la administración del presidente Trump está trabajando incansablemente para llevar a estos animales violentos ante la justicia".
Aunque al principio los medios informaron que el término "animales" había sido usado por Trump en referencia a los inmigrantes centroamericanos y no a la pandilla, la "aclaratoria" del inquilino de la Casa Blanca dio pie para que su administración insista en usar esa frase, considerada como "racista" por el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, y la líder de la minoría de la Cámara baja, Nancy Pelosi.
"Los animales de la MS-13 están acusados de apuñalar a un hombre más de 100 veces y luego decapitarlo, desmembrarlo y arrancarle el corazón. La policía cree que los miembros de la MS-13 en Maryland también golpearon salvajemente a una víctima de trata de personas, de 15 años. Los animales de la MS-13 usaron un bate y se turnaron para golpearla casi 30 veces en total", continúa el texto, en el que se detallan otros crímenes que fueron presuntamente perpetrados por la organización.
La semana pasada, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, consideró que el término usado por el presidente Trump contra la Mara "no es lo suficientemente fuerte" e ironizó sobre las críticas recibidas: "Si los medios y los liberales quieren defender a la MS-13, son más que bienvenidos".
La MS-13 se originó en California, durante la década de 1980, entre los refugiados que huían del conflicto propiciado en El Salvador por la "guerra sucia" de la administración de Ronald Reagan en ese país. La pandilla, conocida por su perversidad, se ha extendido desde entonces a los Estados Unidos e incluso a Canadá. Organizada en grupos autónomos, tiene más de 10.000 miembros y, según los informes, está aliada con los cárteles de la droga mexicanos.