La Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, considera aumentar las tarifas a la importación de automóviles por razones de seguridad nacional. Según reporta The Wall Street Journal, los nuevos aranceles serían diez veces mayores a los actuales.
En concreto, los impuestos podrían alcanzar el 25% del costo de los vehículos, según indicaron al diario dos funcionarios de la industria con conocimiento de ese plan. Mientras que ese es el arancel actual para las camionetas y vehículos de propósito comercial, podría ser impuesto también a los automóviles particulares, cuya tarifa de importación es del 2,5%.
Horas atrás, Trump había prometido que pronto habría una "gran noticia" que sería bienvenida por los trabajadores del sector automovilístico estadounidense. En marzo, el mandatario había amenazado a la Unión Europea con nuevos aranceles a los vehículos por impedir que los autos estadounidenses se vendan en el Viejo Continente.
Por otra parte, EE.UU. está en medio de una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México, que se ha estancado debido a una disputa sobre el sector automovilístico. En concreto, EE.UU. exige una subida de salarios en este sector y un aumento del contenido norteamericano de los coches producidos en los tres países.
Las nuevas tarifas en consideración se planean introducir con base en la sección 232 de la Ley de Expansión del Comercio de EE.UU., que permite a ese país salvaguardias basadas en la "seguridad nacional". La Administración Trump utilizó esa ley para imponer aranceles al acero y al aluminio en marzo.