El submarino de la Armada de Argentina ARA San Juan, que desapareció en noviembre pasado con 44 tripulantes a bordo, zarpó con raciones alimentarias y oxígeno insuficientes, así como con materiales caducados, informan medios locales.
Con base en los documentos presentados ante el Congreso argentino por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la abogada querellante del caso ARA San Juan, Valeria Carrera, ha demostrado que las provisiones de alimento debían ser suficientes para siete días, pero solo alcanzaba para 34 tripulantes.
Según la información propiciada por Carrera, el submarino partió a la misión de la que nunca volvería con "240 unidades de conserva mixta" y la misma cantidad de "bebida energizante de medio litro", además de dos barras de cereales y dos de chocolate por tripulante.
Pero el alimento no era lo único insuficiente, también el oxígeno. El ARA San Juan "zarpó con 1.059" filtros 'canister', utilizados para evitar contaminación por hidróxido de carbono, cuando lo recomendable eran 1.600 unidades. Por si fuera poco, el 95% de esos filtros ya habían caducado. El sumergible llevaba solamente "24 dispositivos de oxígeno OR 3000 (denominados comúnmente candelas)" para seis días de emergencia, cuando "el fabricante del submarino estipula 100" dispositivos, aseveró Carrera.
Además, la prensa argentina recuerda que meses antes de su desaparición, el comandante del submarino, Pedro Martín Fernández, realizó una serie de reclamos a la Armada, como por ejemplo la exigencia de alimentos enlatados para viajes largos o que muchas bebidas en anteriores misiones fueron compradas por los propios tripulantes, al percatarse de que no habían sido suministradas.