En el marco de su informe '"Guerra de aniquilación": Devastadores estragos en la población civil de Raqa, Siria', Amnistía Internacional (AI) ha acusado a EE.UU., Reino Unido y Francia de haber causado "centenares de muertes de civiles y un número mucho mayor de heridos" durante los cuatro meses que operaron en esa ciudad contra el Estado Islámico (EI).
"Lo que arrasó la ciudad y mató e hirió a tal cantidad de civiles fue el uso reiterado que hizo la coalición dirigida por EE.UU. de armas explosivas contra zonas pobladas donde sabía que había población civil atrapada", afirmó Donatella Rovera, asesora general de AI sobre respuesta a las crisis, haciendo además un llamado a investigar a fondo esas operaciones realizadas el año pasado.
De acuerdo con el reporte, basado en 112 entrevistas y visitas a 42 sitios atacados, los residentes de Raqa se vieron acorralados en medio de los combates entre los militantes del EI y las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) dirigidas por los kurdos, que contaron con el apoyo de ataques aéreos de la coalición. Se establecieron rutas de escape para los civiles, pero esas estaban plagadas de aparatos explosivos y francotiradores del EI.
"Quienes se quedaban morían, y quienes intentaban escapar morían [...] estábamos atrapados", relató la sobreviviente Munira Hashish a AI. Agregó que logró escapar con sus hijos a través de un campo minado, "pisando la sangre de que quienes habían explotado al intentar huir delante de nosotros".
Rovera aseveró que son insostenibles las afirmaciones de la coalición de que sus bombardeos aéreos fueron "precisos" y conllevaron el desalojo del EI de Raqa "causando muy pocas víctimas civiles". "Vimos un grado de destrucción que no se puede comparar con nada de lo que hemos encontrado en decenios", subrayó.
Desde Londres afirman hacer todo lo posible por minimizar el daño a civiles, pero subrayan que la naturaleza del conflicto no permitió descartar el riesgo de bajas a causa de sus cerca de 1.700 ataques aéreos. El Pentágono, además de rechazar las conclusiones de este reporte, señala que para luchar exitosamente contra el EI había que pagar un precio.
A finales de marzo, Washington admitió que la coalición que lidera acabó con la vida de 855 civiles en Siria e Irak entre agosto de 2014 y febrero de 2018. Sin embargo, la organización Airways apunta a que la cifra real ascendería a más de 6.200 muertes civiles en ese periodo.