Durante varios años Anna Delvey llevó una vida de lujo en Nueva York. Se codeaba con famosos artistas y financieros y planeaba abrir su propio club y centro de arte en la ciudad estadounidense. Pero desde octubre de 2017 esta joven de 27 años está esperando juicio en la prisión de Rikers tras ser acusada de seis delitos. Con sus manipulaciones, Delvey logró engañar no solo a conocidos ocasionales, sino también a varios grandes bancos, promotores e inversores.
La revista New York Magazine publicó una investigación sobre Delvey, que afirmaba ser de origen alemán pese a que no dominaba bien el idioma, y aseguraba que su padre era un diplomático o un importante empresario del sector petrolero. A los eventos que organizaba acudían altos directivos de conocidas empresas, artistas, deportistas y celebridades.
En febrero del año pasado, Anna alquiló una habitación en el hotel 'boutique' neoyorquino 11 Howard, haciéndose pasar por amiga del propietario. Durante un mes se alojó en una habitación que cuesta 400 dólares al día y se hizo muy popular entre el personal por dar generosas propinas. Nadie sabe de dónde era realmente ni de dónde sacaba el dinero para llevar un tren de vida tan alto.
Tenía tanto dinero que simplemente no lo contaba
De vez en cuando Anna pedía a sus nuevos 'amigos' que le pagaran la cuenta de un hotel, un pasaje de avión o un taxi, y luego 'olvidaba' devolver el dinero. Pero este hecho tampoco levantaba sospechas entre sus patrocinadores, ya que creían que "tenía tanto dinero que simplemente no lo contaba", explica la revista.
Abrir un club
En 2016 Delvey empezó a hacer realidad sus planes de abrir su propio club y centro de arte contemporáneo. Uno de sus amigos, el arquitecto Gabriel Calatrava, y su empresa familiar dedicada a bienes raíces le ayudaron a encontrar el espacio adecuado: seis pisos en un edificio de finales del siglo XIX situado en Park Avenue.
La mujer trató de encontrar un coinversor, quien invertiría 25 millones de dólares a la misma cantidad de dinero, de la que ella en teoría ya disponía. Anna fue asistida por expertos financieros y abogados famosos, como Joel Cohen, conocido por su investigación en contra de Jordan Belfort, conocido como 'el lobo de Wall Street'. Un socio de Cohen incluso solicitó al City National Bank de Los Ángeles que le concediera un gran préstamo, puesto que los supuestamente cuantiosos activos de Anna estaban ingresados fuera de Estados Unidos. El préstamo, finalmente, fue denegado.
Problemas e investigación
Las contrariedades para Anna empezaron después de que se descubriera que no había proporcionado el número de su tarjeta de crédito en el hotel 11 Howard, donde había contraído una deuda de 30.000 dólares por el alojamiento y en el restaurante. Consiguió saldar la deuda, pero al no dar un número de tarjeta tuvo que abandonar el hotel. Poco a poco se hizo evidente que debía dinero a muchas personas. Dos hoteles de Manhattan cuyas cuentas la joven no pagó acusaron a Delvey de robo de servicios.
Durante la investigación se descubrió que el nombre real de Anna Delvey es Anna Sorókina. Nació en Rusia en 1991 y en 2007 su familia se trasladó a una pequeña ciudad cerca de Colonia (Alemania). El padre de Anna trabajó como conductor de camión y luego se dedicó a la venta de equipos de aire acondicionado y calentadores.
En 2011, Anna se trasladó a Londres para estudiar, pero más tarde dejó los estudios y se mudó a París. Sus padres la ayudaron económicamente, pero el dinero que le mandaban no era suficiente para llevar una vida de lujo en Nueva York. Recurriendo al fraude, logró obtener varios préstamos en EE.UU., un total de 200.000 dólares que fueron los que le permitían vivir. En verano de 2017 Sorókina fue arrestada en Malibú y acusada de seis cargos.