Raras imágenes de Rasputin: #Romanovs100 revela fotos de archivo de un álbum de la familia real
El proyecto de RT #Romanovs100 ha difundido raras imágenes de Grigori Rasputin, una de las figuras más destacadas de la historia rusa.
¿Santo o charlatán? Los expertos aún no tienen una respuesta definitiva, pero tampoco dudan de sus éxitos a la hora de aliviar al heredero del trono ruso, Alexéi, de los sufrimientos causados por su hemofilia.
Precisamente las facultades de Rasputin le otorgaron un poder extraordinario sobre la madre del pequeño, Alexandra, y también sobre Nicolás II, el soberano, ambos desesperados por la enfermedad incurable de su tan ansiado hijo (nacido tras cuatro mujeres), heredero al trono del entones mayor imperio del planeta.
Alexandra, nacida en el principado alemán de Hesse, era nieta de la reina inglesa Victoria, portadora de hemofilia, una enfermedad hereditaria que impide la coagulación de la sangre y que entonces no tenía cura. La esperanza de vida de un hemofílico en aquella época era de 14 años.
Justamente el mismo ascenso de la figura de Rasputin fue la causa de su asesinato a finales de 1916.
En 1912, en el pabellón imperial de caza de Spala, el pequeño Alexéi estuvo a punto de morir. Lo que comenzó como un mero hematoma se convirtió en una hemorragia interna tan grave que la familia se estaba preparando ya para anunciar la muerte del heredero.
Entonces Alexandra Fiódorovna recurrió a Rasputin, quien respondió con un telegrama. En ese preciso momento Alexéi comenzó a recuperarse. Ello forjó un fuerte vínculo con la emperatriz, quien unió a Rasputin al bienestar de su hijo.
La creciente influencia de Rasputin sobre la emperatriz y su posterior intromisión en cuestiones políticas, así como los rumores que rodeaban las relaciones de Alexandra con un excampesino que apenas sabía escribir, no fueron tolerados por la nobleza, que decide acabar con su vida.
El príncipe Félix Yusupov, el espía del MI-6 Oswald Rayner, el primo de Nicholas II Dmitri Pávlovitc, y el político de derecha Vladímir Purishkévich conspiraron para asesinar finalmente a Grigori Rasputin en el palacio de Yusupov en diciembre de 1916.