En una rueda de prensa en el Centro Cultural Kirchner (CCK) de la Ciudad de Buenos Aires, el ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, junto al titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, dieron detalles del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los funcionarios confirmaron el fin de las negociaciones, explicaron en qué consistirá el préstamo de la entidad financiera y qué medidas exigirá a cambio.
Tal como se venía anticipando, se trata de un "Acuerdo de Derecho de Giro ('Stand-By') de alto acceso para apoyar el programa económico integral de las autoridades". Así lo expresó la directora del FMI, Christine Lagarde, tiempo atrás en un comunicado. "Va a ser un gran acuerdo para los argentinos", adelantó el presidente Mauricio Macri en diálogo con periodistas.
Antes de que comenzara la conferencia de prensa en Buenos Aires, el FMI confirmó que la negociación está cerrada y en un comunicado oficial reveló sus detalles. Por su parte, Dujovne expresó: "Podemos terminar ese problema, donde Argentina gastó más de lo que le ingresó". Asimismo, el ministro comentó: "Tuvimos que recurrir al Fondo de manera preventiva, para evitar una crisis". Sobre ello, añadió que de haber esperado más tiempo sin pedir financiamiento, era posible que se evitara el apoyo internacional más tarde.
El objetivo del Gobierno argentino es reducir el déficit fiscal, y para ello achicará el gasto público. Sobre los temores en cuanto a las repercusiones sociales que ello genere, aclaró que se consideraron "cláusulas de salvaguardas sociales", que contemplarían las asignaciones sociales, como "la Asignación Universal por Hijo", con la presunta intención de mantenerlas o aumentarlas. A su vez, el Banco Central tendrá mayor autonomía, aunque el oficialismo sostiene que ello "no es una imposición del Fondo".
Principales aspectos del acuerdo
- El monto estipulado es de 50.000 millones de dólares.
- La duración del acuerdo será de 36 meses.
- Se planea reducir el déficit fiscal, poniendo metas hacia el 2020.
- Se establece "un piso para el gasto en asistencia social", informa el propio FMI. El Gobierno argentino se compromete a no reducir ese monto en los próximos tres años, medido con respecto al porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI).
- "Si las condiciones sociales empeoran, existen disposiciones para incrementar más la asignación presupuestaria dedicada a las prioridades sociales", expresó la directora del Fondo, Christine Lagarde.
- El FMI realizará un seguimiento regular sobre las acciones del Poder Ejecutivo argentino.
- Los aspectos técnicos del acuerdo todavía deben ser aprobados por el Directorio Ejecutivo del FMI.
- Una vez aprobados —el Gobierno argentino estima que ello ocurriría el 20 de junio—, Argentina recibiría 15.000 millones de dólares "de inmediato", afirmó Dujovne. Esto representa el 30% del monto total.
- El resto del dinero se intentará mantener como "fondo precautorio", es decir que estará disponible solo en caso de ser requerido por el país.
- Las leyes argentinas firmadas este año, sobre todo aquellas vinculadas al presupuesto local y el de las provincias, siguen vigentes.
- No se imponen cambios a las políticas argentinas sobre la devaluación del peso local con respecto al dólar.
- Tanto Lagarde como los funcionarios argentinos expresaron que la intención es reducir la inflación, es decir, la subida de precios. Sturzenegger apuntó que el objetivo del 2019 será que los aumentos no superen el 21%.
Otros pedidos
El ministro de Haciendo también aseguró durante la conferencia de prensa que, además del financiamiento del FMI, Argentina recibirá "5.600 millones de dólares" provenientes del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
"Esto significa que recibiremos 56.600 millones", sumó el político. Sin embargo, no se informaron mayores precisiones sobre las condiciones de estos préstamos mencionados por Dujovne durante la rueda de prensa.
Los motivos del préstamo
El pasado 8 de mayo Macri informó que el país solicitaría nuevamente dinero al FMI. La decisión se tomó en el medio de una importante corrida cambiaria que había generado una fuerte devaluación del peso argentino frente al dólar.
Fue entonces que el mandatario local reconoció que su modelo económico "depende mucho del financiamiento externo". Por ese motivo, resolvió "de manera preventiva" iniciar "conversaciones con el FMI para que nos otorgue una línea de apoyo financiero".
"Primero muchos de nosotros pensábamos que no era necesario acudir al FMI", comentó a RT el director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior, Miguel Ponce. Sin embargo, ante la caída repentina del peso "en 24-48 horas se resolvió ir al fondo, prácticamente sin consulta con el resto de los socios políticos".
Al respecto, el economista y profesor Martín Kalos señaló a este medio la existencia de un problema estructural en la economía argentina. En ese sentido, opinó que el país "no está cerca de sufrir una crisis económica, pero a la vez nunca está lejos".
Las crisis económicas en Argentina "son cíclicas en virtud de la estructura productiva, que no ha cambiado en las últimas décadas e incluso se ha profundizado", explicó. Esto genera una "necesidad continua y perpetua" de dólares que cuando no pueden ser obtenidos por exportaciones, inversión extranjera directa o deuda, "se vuelve a entrar en crisis", concluyó.