Cocaína producida en su mayor parte en Perú, Colombia y Bolivia, comienza a inundar a Europa por puntos inesperados. La droga, que solía ser traficada al viejo continente a través de España y Portugal, encuentra ahora entrada al territorio europeo a través de puertos como el de Amberes, en Bélgica, en donde un total de 30 toneladas fueron incautadas en 2016.
Así lo dio a conocer el informe anual de la agencia de la Unión Europea contra el narcotráfico.
Alexis Goosdeel, director del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, indicó que de acuerdo con los resultados del más reciente reporte, Europa experimenta "las consecuencias de una mayor producción de cocaína en América Latina", recoge Reuters.
Indicó que pasará algún tiempo hasta que puedan verse en toda su magnitud los resultados del uso ilegal de la cocaína, pero "la sustancia ya está aquí y su disponibilidad y pureza son tan altas que sin duda tendrán un impacto", agregó.
Entre 2014 y 2016, el número de nuevos consumidores que requirieron tratamiento se incrementó en 20 %. Al menos 3,5 millones de personas consumieron cocaína en el último año.
Las primeras pistas sobre el aumento del consumo de cocaína provinieron de estudios en las aguas residuales de las principales ciudades europeas.
De un total de 31 ciudades en las que se examinaron aguas residuales, en 19 se hallaron rastros del enervante. Destacan en la lista Londres, Barcelona y Ámsterdam.