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Moscú desmiente los informes sobre ataques aéreos de Rusia en Siria
En los medios de comunicación se habían divulgado reportes de dos organizaciones que acusaban una vez más a la Fuerza Aérea rusa de haber realizado ataques en zonas habitadas por civiles.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha negado los informes elaborados por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos y los Cascos Blancos sobre los ataques aéreos que supuestamente habría llevado a cabo la Aviación rusa el 7 de junio en la provincia siria de Idlib.
"Los informes del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos y de los Cascos Blancos sobre el supuesto ataque por parte de un avión ruso la noche del 7 de junio cerca del pueblo de Zardana, en la provincia de Idlib, no corresponden a la realidad", reza el comunicado oficial del organismo, citado por RIA Novosti.
De acuerdo con la información disponible del Ministerio, en los últimos días en la zona mencionada de la provincia de Idlib "estallaron feroces combates" con armas de artillería pesada entre un gran destacamento de la organización terrorista Frente Al Nusra y el grupo extremista Jaish al Fatah (Ejército de la Conquista).
Anteriormente, los medios de comunicación divulgaron reportes de ambas organizaciones, financiadas principalmente por el Reino Unido, que acusaban una vez más a la Fuerza Aérea rusa de haber perpetrado ataques en zonas donde hay civiles. Esta vez, se informó de que en un ataque aéreo en el noroeste de Siria murieron más de 40 personas y unas 60 resultaron heridas.
Montaje de pruebas
La organización de voluntarios Cascos Blancos está compuesta por 3.000 voluntarios que operan en Siria. Aunque ha sido ampliamente elogiada en Occidente por sus tareas de rescate, se ha visto envuelta en escándalos mediáticos y sus miembros han sido acusados repetidamente de tener vínculos con grupos extremistas.
Los Cascos Blancos fueron los primeros en informar sobre el presunto ataque químico en la ciudad siria de Duma el 7 de abril. Sin embargo, a finales de abril medios rusos, entre ellos RT, apuntaron a que uno de los videos de la organización, que pretendía mostrar las consecuencias del supuesto ataque, no era más que un montaje.
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