Un estudiante de Jerusalén encontró el año pasado un fragmento de estatuilla de fayenza en un sitio arqueológico del extremo norte de Israel, junto a la frontera con el Líbano. Después de practicarle la datación por radiocarbono, los investigadores creen ahora que representa a algún rey y que posiblemente se tratara de un personaje bíblico.
La parte disponible es solo la cabeza, pues el resto no fue recuperado, pero los arqueólogos estiman que la figura completa debió tener entre 20 y 25 centímetros de alto, indica un artículo publicado este 7 de junio por LiveScience.
La cabeza mide poco más de cinco centímetros de diámetro y conserva bien los rasgos personales de un hombre de cabello oscuro y ojos almendrados. Podría ser el rey Ajab de Israel, supusieron los investigadores.
"A pesar de su apariencia pequeña e inocua, la cabeza nos brinda una oportunidad única de mirar en los ojos de una persona famosa del pasado, un pasado consagrado en el Libro de los Reyes", comentó el codirector de excavaciones Robert Mullins, profesor del Departamento de Estudios Bíblicos y Religiosos de la Universidad Azusa del Pacífico (California, EE.UU.).
La calidad del tallado y el hecho de haberla encontrado en lo que aparentemente fue un antiguo edificio administrativo en la cima del poblado (llamado con posterioridad Tel Abel Beth Maaká), apuntan a que representa a una persona de élite, estimó el científico. Mullins agregó que su equipo supuso que era un rey, pero "no tenemos manera de comprobarlo".
Si era un rey, ¿cuál?, se preguntaron los arqueólogos. La figurilla tiene en torno a 2.800 años; o más exactamente, fue esculpida entre los años 902 y 806 antes de Cristo. En aquella época, la localidad estaba en una zona limítrofe entre tres reinos diferentes: Israel, Tiro y Aram-Damasco.
El control del lugar del hallazgo no estaba asegurado, y por eso los especialistas destacaron los tres candidatos más probables que podrían estar representados en la escultura: los reyes Ajab de Israel, Hazael de Aram-Damasco e Itobaal de Tiro. Hay otros, pero menos conocidos. Los dos primeros protagonizaron los Libros I, II y III de los Reyes, pero el reino de Hazael dejó otros retratos escultóricos.
Las excavaciones en el lugar del hallazgo continuarán este verano. Los arqueólogos esperan encontrar más datos que permitan determinar a quién representaba la escultura. Mientras tanto, la cabeza ya se expone en el Museo de Israel, en Jerusalén.