Ya empezó la cuenta atrás del histórico encuentro que mantendrán el presidente estadounidense, Donald Trump, y el mandatario norcoreano, Kim Jong-un, que buscan de esta forma poner fin a una era de amenazas de guerra e intercambio de exabruptos. El 'pequeño hombre cohete' se tornará en 'Querido Kim' ante nuestros ojos este martes a partir de las 9.00 horas, hora local de Singapur, escenario de la cumbre.
Se trata del primer cara a cara entre un presidente estadounidense en ejercicio y un líder norcoreano. Durante décadas, Washington y Pionyang apenas han mantenido contacto, ni después de la Guerra de Corea ni tras la caída del Telón de Acero.
De un tiempo a esta parte Estados Unidos y Corea del Norte venían intercambiando insultos y amenazas de tono beligerante. Poco después de asumir el cargo del presidente, Trump llamó al líder norcoreano "pequeño hombre-cohete", y Pionyang respondió tachando al mandatario de EE.UU. de "viejo chocho mentalmente trastornado".
Todo ello vino seguido de unos tuits insultantes de Trump, incluido uno en el que afirmaba que su botón nuclear era más grande que el de Kim. Todo hasta que un día el peligroso rumbo de esta diplomacia del insulto empezó a cambiar.
Un giro radical
El pasado mes de marzo Trump sorprendió al mundo aceptando la invitación de Kim Jong-un para mantener un encuentro en persona, después de lo cual Singapur fue seleccionada como sede de la histórica reunión. Sin embargo, la senda para llegar a la cumbre no ha sido un camino de rosos, pues Trump amagó más de una vez con cancelarla.
Sea como fuere, la agenda de la cumbre sigue envuelta en misterio, ya que ninguno de los dos líderes ha anunciado oficialmente su posición. Se sabe que Estados Unidos quiere que Corea del Norte renuncie a sus armas nucleares dejándolas bajo supervisión internacional. A cambio, Washington podría ofrecer garantías de seguridad a Pionyang, así como ayuda económica.
En cualquier caso, la disposición para dialogar no significa que deba esperarse un acuerdo final en Singapur. El presidente Trump ha descrito el encuentro como un medio para conocerse.