"Mi vida no es tu porno": La protesta de mujeres más grande de Corea del Sur invade Seúl
El 9 de junio alrededor de 22.000 mujeres salieron a las calles de la capital de Corea del Sur en rechazo a la extendida práctica entre los hombres de usar cámaras ocultas en lugares públicos para grabar las partes íntimas de mujeres.
Los mirones instalan diminutas cámaras espías en las paredes de baños públicos y hasta en retretes, o en sus zapatos para grabar en plena calle o en el transporte público lo que se vea por debajo de las faldas. Las grabaciones de este tipo se propagan rápido en Internet y redes sociales y forman su propio género del porno, conocido como 'molka', que se volvió popular en Corea del Sur.
History in the making. More than 20,000 South Korean women angrily urged the gov't to crack down on the widespread 'molka' (spy cam) crimes that secretly film women at public toilet/public transport/office/school- in the biggest-ever protest held by women in the nation. #혜화시위pic.twitter.com/AYJbLAG8Ut
— Hawon Jung (@allyjung) 9 de junio de 2018
La mayoría de las congregadas llevaban puestas máscaras y tenían los rostros cubiertos para evitar una posible persecución y en parte también como un gesto simbólico para mostrar su rechazo a la vulnerabilidad y constante exposición ante las cámaras espías, explica el portal Korea Exposé.
Las surcoreanas marcharon con pancartas que rezaban: "Mi vida no es tu porno" y "No soy 'porno coreano'", entre otras. La manifestación fue la protesta de mujeres más grande en la historia del país, superando en número una marcha similar del 19 de mayo, cuando a las calles salieron más de 12.000 mujeres, según recoge el diario The Hankyoreh.
Nowadays, Korean women wear masks to cover their faces and look around for holes even when going public restrooms. #Spycams are hidden in wall, and even INSIDE toilet. These crimes are rampant, also committed at public baths, gyms, swimming pools and lodging facilities. #혜화시위pic.twitter.com/ksShOA6TLw
— Raphael Rashid (@koryodynasty) 9 de junio de 2018
Según estimaciones policiales, entre los años 2013 y 2017 en Corea del Sur se registraron más de 6.000 casos de espionaje con cámaras ocultas, aunque su número puede ser mucho mayor. De ellos, la mayoría de los agresores fueron hombres.
El caso que desató la indignación de las surcoreanas
El acoso contra las mujeres con el uso de cámaras de móviles y cámaras ocultas en objetos de la vida cotidiana despertó la ira entre las surcoreanas con más fuerza después del arresto de una mujer en mayo por difundir las imágenes de un modelo desnudo, que posaba en una clase de arte, sin su consentimiento previo.
A diferencia de numerosos otros casos similares en las que las víctimas fueron las mujeres, en aquel caso la Policía actuó rápido e hizo desfilar a la mujer ante las cámaras de los periodistas con una máscara puesta.
혜화역 2번 출구에서 시작된 집회는 오늘 주최측 추산 3만정도 모인, 여성운동 역사상 가장 큰 집회였습니다. 몰카를 "자연스러운" 야동의 장르로 소비하는 인식에 대한 전환이 필요합니다. #혜화시위 | Photos @youjindo | 기사: https://t.co/kGhR8AhTYQpic.twitter.com/MdwUb8doZ1
— Korea Exposé (@KoreaExpose) 9 de junio de 2018
Muchas mujeres vieron parcialidad en el actuar de los agentes, ya que hay muchos agresores hombres que evitan la persecución. Ha Yena, quien encabeza la ONG Digital Sexual Crime Out (DSO) que se dedica a la asistencia de las víctimas de grabaciones con cámaras espías, fue testigo de un caso en el que un hombre chantajeaba a una mujer, pero la Policía no lo detuvo.