Elon Musk difunde un video de un Tesla atravesando un innovador túnel subterráneo de alta velocidad
El Ayuntamiento de Chicago confirmó esta semana que había elegido a la empresa The Boring Company (La compañía aburrida, en inglés), fundada en 2016 por Elon Musk, para construir y operar un enlace de transporte subterráneo de alta velocidad entre el aeropuerto O'Hare y el centro de la ciudad estadounidense, informó NBC.
El dueño de Tesla y SpaceX retuiteó recientemente en su cuenta un video que muestra cómo funcionaría este servicio. Filmado en un túnel de prueba construido cerca de la sede de SpaceX en California, la grabación muestra un automóvil Tesla Model X recorriendo sus raíles con la ayuda de un prototipo de 'patines eléctricos', según recoge Fox News.
Green lights to Malibu pic.twitter.com/wsBcE2FwTe
— The Boring Company (@boringcompany) 14 июня 2018 г.
La empresa de Musk, que se concentra en actividades de excavación e infraestructura y planea también construir un sistema subterráneo de autobuses de alta velocidad en Los Ángeles, suministrará 16 autobuses lanzaderas para el proyecto de Chicago.
El sistema podrá transportar pasajeros al aeropuerto en cuestión de minutos gracias a estos nuevos 'patines eléctricos'. Cada vehículo tiene capacidad para transportar entre ocho y 16 personas y puede viajar a velocidades de hasta 150 kilómetros por hora.
Sistemas de transporte subterraneo
Junto con los sistemas de lanzaderas como el de Chicago, The Boring Company ha revelado planes para crear corredores subterráneos para automóviles privados que ingresarían a los túneles a través de ascensores a nivel de calle y se moverían sobre los patines eléctricos al igual que en el video.
Better video coming soon, but it would look a bit like this: pic.twitter.com/C0iJPi8b4U
— Elon Musk (@elonmusk) 9 марта 2018 г.
Musk anunció el jueves que espera que el túnel, de unos 30 kilómetros de largo, financiado con fondos privados, entrará funcionamiento para 2021, informó Reuters. Según reportes, el costo del proyecto rondaría los 1.000 millones de dólares.
De confirmarse, esto supondría solo una fracción del precio de construcción de un sistema de metro convencional, que en Estados Unidos oscila entre 500 millones y más de 2.000 millones por cada 1,6 kilómetros.