Para un vuelo espacial exitoso a Próxima b, el exoplaneta más cercano al sistema solar que potencialmente puede albergar vida, es necesaria una tripulación de al menos 98 personas que tendrán que vivir, dar a luz y morir en un viaje multigeneracional de varios milenios, revela un nuevo estudio elaborado por científicos de la Universidad de Estrasburgo (Francia).
Próxima b se encuentra a 4,22 años luz de distancia de la Tierra, lo que lo convierte en un exoplaneta atractivo para futuras misiones interestelares.
Para calcular el número mínimo de miembros de la tripulación, los científicos franceses realizaron una simulación por computadora, basada en varios principios de ingeniería social. Utilizaron el código HERITAGE del algoritmo de Monte Carlo, que se usa para modelar procesos aleatorios. La simulación tuvo en cuenta las muertes accidentales y naturales de los participantes de la expedición, la posible infertilidad y las probabilidades de que las mujeres queden embarazadas.
Resultó que al menos 49 hombres y 49 mujeres se necesitan para colonizar Próxima b. Este número de tripulantes permitiría que la misión no solo sobreviviría, sino también produciría descendencia sana, al eliminar completamente el incesto (excepto en las primeras etapas de vuelo). Los científicos incluso tomaron en cuenta la posibilidad de que la misión se viera agitada por una epidemia en los primeros 2.500 años tras su lanzamiento, que llevaría a la muerte de muchos miembros de la expedición.
¿Cuánto duraría el vuelo?
Los científicos Frederic Marin y Camille Beluffi determinaron la duración de la misión basándose en las capacidades de la tecnología actual. Así, los cálculos se derivaron de las características de la sonda solar Parker Solar Probe proyectada por la NASA para orbitar el Sol, cuyo lanzamiento está previsto para el verano de este año. Se estima que Parker Solar Probe pueda alcanzar una velocidad de 724.000 km/h, que es aproximadamente un 0,067% de la velocidad de la luz.
Si la nave espacial de la primera tripulación que vuele a Próxima b tuviera la misma velocidad, llegaría al planeta en 6.300 años.
Actualmente los astrónomos discuten si Próxima b es apto para albergar vida. Cabe mencionar que la enana roja Próxima Centauri, a la que orbita el exoplaneta, con demasiada frecuencia produce poderosas llamaradas, por lo que la radiación podría provocar la muerte de organismos vivos en Próxima b. Para sobrevivir a tales eventos espaciales, el exoplaneta debería tener un campo magnético tan poderoso como el de la Tierra y una atmósfera densa.