El supuesto informador de WikiLeaks que ayudó a revelar el arsenal de 'hackeo' de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) podría enfrentarse a 135 de prisión tras ser acusado de robo y filtración de información clasificada, así como de poseer pornografía infantil.
Según The Washington Post, Joshua Adam Schulte, de 29 años, trabajó en el Grupo de Desarrollo de Ingeniería de la CIA, dedicado al diseño de herramientas clandestinas utilizadas por la agencia para acceder a dispositivos electrónicos y utilizarlos para la vigilancia.
Antes de dejar la agencia en el 2016, según cree la Fiscalía, robó unos materiales clasificados. En la acusación, presentada contra Schulte este lunes, se le imputaron 13 casos de "supuesto robo de información clasificada de Defensa" de la CIA, que presuntamente entregó a una organización que "pretende divulgar públicamente información clasificada, sensible y confidencial".
Aunque el nombre de la organización no se ha revelado, se cree que Schulte estuvo detrás de la publicación de 'Vault 7', que expuso el arsenal de 'hackeo' de la CIA. WikiLeaks publicó casi 9.000 documentos que describían la capacidad de la agencia de realizar vigilancia a través de dispositivos electrónicos y de aprovechar las vulnerabilidades de las plataformas Android, iOS y Windows.
El sitio web empezó a publicar los materiales de 'Vault 7' el 7 de marzo de 2017, la misma fecha cuando la "Organización-1 reveló en Internet el material clasificado de defensa nacional perteneciente a la CIA", según la acusación.
Al programador también se le acusa de almacenar y divulgar pornografía infantil. En agosto del año pasado, agentes del FBI descubrieron unos 10.000 videos e imágenes en una carpeta encriptada en su ordenador personal. Schulte también está acusado de propagar programas maliciosos, mentir al FBI, obstruir a la justicia y de violar derechos de autor.
Los abogados de Schulte insisten en que el Gobierno de EE.UU. intenta convertirlo en un chivo expiatorio. "Cuando salgan las pruebas, estará claro que Schulte es difícilmente el villano en el que lo quiere convertir el Gobierno", afirmó su abogada, Sabrina P. Shroff.