Ankara encontrará alternativas: Senado de EE.UU. aprueba echar a Turquía del programa del F-35

El desacuerdo entre estos aliados de la OTAN radica en la intención turca de adquirir sistemas antiaéreos S-400 a Rusia.

Este 18 de junio, el Senado de EE.UU. adoptó su segundo proyecto de presupuesto de defensa para 2019, que prevé la imposición de sanciones contra Turquía en el caso de que compre sistemas antimisiles rusos S-400.

Si Ankara adquiere esos dispositivos a Moscú, la Cámara Alta estadounidense consideraría que se trata de "una transacción significativa" según la Ley Contra la Influencia Rusa en Europa y Eurasia de 2017, una norma que establece que el presidente de EE.UU. debe imponer medidas punitivas "a cualquier individuo o entidad".

Además, esta iniciativa legislativa incluye pasos para eliminar la participación de Turquía y la industria turca en el programa de fabricación de los cazas F-35, así como limitaciones para su suministro a Ankara.

En mayo, el Senado de EE.UU. ya aprobó un primer proyecto de presupuesto militar que mencionaba la compra de sistemas S-400, pero no incluía sanciones como medida punitiva. Ambos se unirán en una decisión conjunta y se someterán a una votación final. 

Respuesta de Turquía

Este martes, el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, ha asegurado que su país encontrará una alternativa a los F-35 estadounidenses tras "un desafortunado desarrollo de la situación".

"Esas acciones del Senado de EE.UU. son lamentables, ya que contradicen el espíritu de asociación estratégica", ha aseverado Yildirim.

Por su parte, el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, ha declarado que Ankara no piensa ceder ante la presión de Washington y no rechazará los sistemas antiaéreos rusos.

"El estilo de Occidente es crear crisis artificiales", ha afirmado el canciller turco, quien ha recordado que Turquía ya ha transferido fondos a EE.UU. en el marco del programa F-35 y la primera entrega de esos aviones está prevista para el próximo 21 de junio.

"Sentémonos y hablemos, analicemos nuestros problemas: no nos hemos portado irrespetuosamente con nadie. Garantizamos que esto [la compra de los S-400] no dañará a la OTAN", ha asegurado Cavusoglu, para quien se trata de "un enfoque equivocado" que conducirá las relaciones entre Turquia y EE.UU. a "una crisis".

En septiembre de 2017, Rusia y Turquía firmaron el mayor contrato de venta armas en la historia entre ambos países, que prevé el suministro a Ankara de los complejos rusos S-400 Triumf a partir de marzo de 2020.