Arqueólogos que excavaban en una de las áreas más antiguas de Jerusalén encontraron un pequeño amuleto islámico que debía proporcionar a su dueño la protección de Alá, informa el periódico Haaretz. De acuerdo con la Autoridad de Antigüedades de Israel, el hallazgo data de los siglos IX-X d.C., la época del Califato Abasí.
El talismán cuenta con una bella inscripción de dos líneas, en árabe, que puede ser traducida como "Kareem confía en Alá, el Señor de los Mundos es Alá", donde Kareem probablemente fuese el nombre del dueño del amuleto.
"El propósito de un amuleto como este es obtener protección personal", dijo Yiftah Shalev, profesor de la Autoridad de Antigüedades de Israel, a Haaretz.
El talismán fue hallado durante la excavación de un sitio anteriormente conocido como el estacionamiento de Givati, ubicado justo al sur del Monte del Templo, área donde se cree que estuvo el primer núcleo habitado de la ciudad.
Por fino y pequeño, el amuleto puede ser único en su tipo, afirman los investigadores. Dado que es de arcilla desmenuzable, se piensa que posiblemente hubo otros muchos objetos similares, pero se destruyeron a lo largo de los siglos, explica Shalev. Y quizá este pudo preservarse porque estaba sellado bajo un piso de yeso.
No hay cómo saber si el talismán fue colocado deliberadamente bajo ese piso durante la construcción, como una especie de ofrenda de fundación (para proteger la vivienda con auxilio divino) o si el supuesto Kareem simplemente lo perdió.