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El problema de la migración divide a la UE y amenaza a Angela Merkel
Roma y París se enfrentan por la cuestión migratoria tras el caso del barco Aquarius, mientras Merkel intenta conservar su liderazgo en el bloque y en su propio país buscando una solución a la crisis.
Este 24 de junio se celebrará una reunión informal de varios líderes de países miembros de la UE para debatir posibles soluciones al problema de la migración, que ha vuelto al primer plano de la actualidad europea con la llegada a la ciudad española de Valencia del barco Aquarius, rechazado por Italia y Malta. La negativa de Roma de aceptar el barco con más de 600 inmigrantes a bordo causó un conflicto con París, que está a favor de la admisión de inmigrantes.
El destino de Merkel, por supuesto, depende de la solución de la crisis de la migración
En Alemania, la canciller Angela Merkel, con su enfoque liberal hacia los inmigrantes, se ha granjeado muchos enemigos tanto entre los políticos europeos como en su propio país. Al tiempo que la política cree que Berlín debe aceptar a todos los refugiados, incluidos los que ya están registrados en otros países de la UE, el líder de la Unión Social Cristiana (CSU), Horst Seehofer, aboga por agudizar las medidas de control en las fronteras.
El politólogo alemán Alexander Rahr cree que "todo se decidirá en los próximos días en la cumbre de Bruselas, y dependerá de si otros países europeos se unen a Alemania sobre qué hacer con la crisis de la migración". El experto cree que la ausencia de una opinión unitaria del bloque puede socavar la posición del Gobierno alemán.
De acuerdo con una encuesta realizada por el Instituto de Estudios de Opinión Pública Civey, más del 70% de los alemanes creen que la canciller no será capaz de encontrar una solución europea aceptable para la CSU. "El destino de Merkel depende sin duda de la solución de la crisis de la migración", explicó el experto en ciencias políticas Ígor Maksímychev, investigador principal en el Instituto de Europa de la Academia Rusa de Ciencias, quien agregó también que en el país hay cada vez más seguidores del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD).
El futuro de la UE está en juego
Por su parte, el viceprimer ministro y jefe del Ministerio del Interior de Italia, Matteo Salvini, afirmó en relación con la crisis migratoria que es el futuro de la Unión Europea lo que está en juego y que el bloque comunitario podría desaparecer el año que viene. Además, señaló que Italia ya no puede acoger a los refugiados.
"Las declaraciones de [el presidente de Francia, Emmanuel] Macron de que no hay crisis migratoria en Italia muestran que está completamente fuera la realidad (...) En Italia, la emergencia migratoria existe y es alimentada también por Francia con sus continuos rechazos en la frontera. Macron está nominando a su país para convertirse en el enemigo número uno de Italia en esta emergencia (...) La era en la que Italia se hace cargo de todo ha terminado oficialmente", escribió en su Facebook el segundo viceprimer ministro italiano, Luigi Di Maio.
La era en la que Italia se hace cargo de todo ha terminado oficialmente
Según Salvini, el costo de la acogida de los inmigrantes en Italia en los últimos cuatro años fue de más de 5.000 millones de euros. "Si Francia quiere convertir a Italia en un campo de refugiados para toda Europa (...) entonces está absolutamente equivocada".
No obstante, algunos países integrantes de la UE, como Polonia y Hungría, se oponen a la idea de Bruselas de compartir la carga migratoria, mientras que Macron incluso se muestra a favor de imponer sanciones financieras contra los Estados miembro de la Unión Europea que rechacen acoger a los inmigrantes.
Este miércoles, el Parlamento húngaro aprobó un paquete de leyes que imponen sanciones en forma de grandes multas e incluso encarcelamiento a aquellos que ayuden a refugiados e inmigrantes ilegales, medida que, según el Consejo de Europa y la OSCE, no cumple con los estándares europeos.
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