Un juez federal dio luz verde este martes a una demanda colectiva que exigía el fin de la política de separación de padres e hijos migrantes sin documentos en EE.UU.
La orden de la juez de Distrito de los EE.UU., Dana Sabraw, pone fin a la mayoría de las separaciones de familias en el próximo mes, una semana después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, firmara una orden ejecutiva para evitar que los niños sean recluidos en campamentos especiales sin sus padres.
La demanda, que fue respaldada por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), no cuestiona la separación cuando los padres sean responsables de delitos penales, sino cuando estos son detenidos por infracciones de tipo administrativa como la de intentar ingresar sin documentos a EE.UU., sin que haya un hallazgo claro de incapacidad o peligro paternal.
"El juez dictaminó que la administración de Trump debe reunir a las familias separadas en un plazo de 30 días, y los niños menores de 5 años deben reunirse con sus padres en un plazo de 14 días", precisa ACLU en sus redes sociales.
La orden del juez federal también insta al gobierno de Trump a facilitar los mecanismos para la reunificación familiar de las personas que habían sido separadas bajo custodia, refiere Reuters. La ACLU presentó la demanda en nombre de una madre y su hija de 6 años, separadas en noviembre pasado.
La madre, proveniente de la República Democrática del Congo, intentó ingresar con su hija a EE.UU. por la frontera con México para pedir asilo por razones de persecución religiosa, pero días después de su detención ambas fueron separadas por varios meses. Más tarde, la mujer fue liberada mientras esperaba la decisión sobre su estatus migratorio, y fue mediante una prueba de ADN que pudo recuperar la custodia de la niña.
La ACLU ha llevado adelante otras demandas colectivas en nombre de otros migrantes, en momentos en que la política de "tolerancia cero" aplicada por el presidente Trump ha sido puesta en tela de juicio. Antes de que Sabraw dictaminara la orden, el gobierno estadounidense había dicho que no era necesaria porque el decreto ejecutivo de la semana pasada había solventado "en gran medida" la situación.