Australia gastará miles de millones en drones de EE.UU. para espiar el Mar de la China Meridional
El gobierno de Australia reforzará su seguridad marítima en el Mar de la China Meridional con la compra de drones de fabricación estadounidense por más de 5.000 millones de dólares.
El precio total de la inversión es de 5.100 millones de dólares, precisa ABC, casi el doble de los 3.400 millones que se estimaban en 2016. Los detalles de la operación se anunciaron este martes mediante un comunicado.
El gobierno australiano adquirirá el primero de seis aviones no tripulados Triton MQ-4C a través de un programa de cooperación con la marina de EE.UU. El plan inicial también contempla una importante inversión en infraestructura.
"Guerra submarina"
El Triton MQ-4C "complementará" las labores de vigilancia en la zona "a través de operaciones a gran distancia", y ejecutará una "amplia gama de tareas", que incluirán inteligencia y reconocimiento en toda el área para mejorar sustancialmente la "capacidad de guerra y ataque submarino" de Australia, precisó el gobierno en el texto oficial.
Canberra también destinará otros 200 millones de dólares a un plan de cooperación con la Armada estadounidense "para el desarrollo, producción y mantenimiento del Tritón MQ-4C". El Ejecutivo australiano ha calificado esa alianza como "la relación de defensa más importante" para el país, y resaltado que ella le permitirá "llevar a cabo operaciones militares conjuntas".
Se estima que el primer dron entre en servicio a mediados de 2023 y las seis aeronaves adquiridas estén en pleno funcionamiento a finales de 2025, con base en el sur de Australia. El ministro de Defensa, Kevin Andrews, defendió la multimillonaria compra con el argumento de que es clave para reforzar "la vigilancia del Océano Índico, el Pacífico, el sudeste asiático y, por supuesto, la Antártida".
Australia, que coopera militarmente con potencias como EE.UU., Canadá, Reino Unido y Nueva Zelanda en una alianza conocida como Los Cinco Ojos, sostiene que debe haber libre circulación en las aguas del Mar de la China Meridional, que Pekín ha reclamado como territorio nacional.